Editorial
La peligrosa inactividad física
Un estudio publicado en "British Journal of Sports Medicine" vincula la inactividad física con una mayor probabilidad de enfermar de gravedad y morir de covid-19, solo superado como factor de riesgo por una edad avanzada y tener un historial de trasplante de órganos. Los investigadores del centro médico Kaiser Permanente de California (Estados Unidos), analizaron datos de 48.440 ciudadanos que sufrieron el mal entre enero y octubre de 2020.
La muestra de casos presentaba una edad media de 47 años, 62% eran mujeres y todos tenían sobrepeso. La mitad de los pacientes no sufría ninguna patología previa, 18% tenía solamente una y 32% padecía dos o más.
Fueron considerados "inactivos" los que hacían menos de 10 minutos de ejercicio a la semana; "un poco inactivos" por debajo de 149 minutos y "activos" quienes se ejercitaban más de 150 minutos. En definitiva, 7% fue clasificado como activo, 15% como inactivo y el resto, un poco activo.
Los autores hallaron que las personas inactivas tenían el doble de probabilidad que las activas de ser ingresadas, 2,5 veces más riesgo de morir como resultado de la infección de covid-19 y 73% más de requerir cuidados intensivos.
Frente a los ciudadanos clasificados como "un poco activos", los inactivos tenían un 20% más de riesgo de ser hospitalizados, 10% más de requerir atención intensiva y 32% más de riesgo de morir.
Aunque el estudio, de tipo "observacional", no explica las causas de la relación con el covid-19, permite concluir que los pacientes inactivos "tenían más probabilidad de haber sido hospitalizados, requerir cuidados intensivos y morir" que los que habían hecho ejercicio a los niveles recomendados.
En medio de este escenario, nuevamente cobre relevancia el poder abrir espacios y oportunidades para la actividad física frecuente. Ya están comprobados los resultados positivos que han tenido las bandas horarias para hacer deportes aún cuando exista cuarentena.
El caso es que la pandemia exige enfrentar de manera distinta el valor que cobra el poder realizar actividades físicas y combatir el sedentarismo que el encierro impulsa.
"Nuevos estudios muestran la importancia que en estos tiempos de pandemia tiene el dejar atrás el sedentarismo".