Hacia una Constitución paritaria
El plebiscito del 25 de octubre fue un acto democrático ejemplar. El Servel, ha informado que 7.531.261 de ciudadanos y ciudadanas que votan en Chile concurrieron a emitir su voto, lo que corresponde al 50,90 del padrón electoral. Si bien habría sido deseable un mayor porcentaje de concurrencia a las urnas, de todas formas, la cantidad de personas que participó en este acto es suficiente para dar legitimidad al proceso constituyente. Es importante destacar que la opción Convención Constitucional obtuvo el 78,99% de apoyo electoral, cuestión que resulta particularmente trascendente no solo porque será la primera vez en la historia constitucional de Chile que la Constitución será discutida y redactada por integrantes electos en su totalidad por la ciudadanía, sino también porque esta opción significó apostar por la paridad de género en la conformación del órgano constituyente. En efecto, la voluntad manifestada por casi el 80% de las personas que concurrieron a votar implica apoyar una Convención Constitucional que estará integrada con una efectiva paridad de género. No se trata de asegurar solo cupos en las listas para las mujeres, es una solución mucho más intensa: el 50% de los escaños constituyentes serán ocupados por mujeres. Lo sucedido es la señal más potente de una voluntad que persiga efectivamente acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres, derrotar los estereotipos de géneros y permitir que las mujeres tengamos un rol decisivo en los debates en donde se adoptan las grandes decisiones.
El proceso constituyente chileno es único en el mundo. Estamos frente a un acto de establecimiento de la Constitución con muchas instancias de participación ciudadana, con un órgano constituyente 100% conformado por personas elegidas por la ciudadanía y donde se garantiza la paridad de género. No solo las mujeres debemos estar alegres con este hecho histórico, también todos aquellos que creen en una sociedad más justa y equitativa. Por ello, esperamos que la nueva Constitución se construya bajo una perspectiva de género y que garantice que la igualdad efectiva de género será uno de sus principios rectores y que la paridad no solo será una apuesta en este proceso sino un instrumento permanente en cada proceso eleccionario donde tengamos que elegir la integración de órganos colegiados.
Evelyn Vicencio Rojas
Académica Facultad de Derecho
Universidad Andrés Bello