Jardín Infantil busca preservar el aymara y el quechua en cápsulas educativas
Suma Panqaritas envía videos por Whatsapp y Youtube para que familias hablantes trabajen con sus hijos.
En las profundidades del Valle de Azapa, una linda flor -tal como dice su nombre en aymara-, se alza entre tierras fértiles y generosas. El jardín infantil Suma Panqarita emerge en el kilómetro 28 y la mayoría de sus párvulos provienen de familias peruanas o bolivianas que llegaron a la zona atraídos por el trabajo agrícola. Son gente de esfuerzo, que prepara las siembras de sol a sol y cuya lengua nativa varía entre el aymara y el quechua.
Para preservar ambas culturas en los pequeños estudiantes, la educadora del nivel Medio Heterogéneo Milena Flores, junto a dos técnicas en atención de párvulos, graban semanalmente cápsulas de videos que contienen palabras o frases en estas lenguas originarias, las que son difundidas por Whatsapp o Youtube para que las familias trabajen con los niños en sus hogares, considerando el momento que se vive por la pandemia por el covid-19.
Señal débil
Uno de los videos está relacionado con el Machaq Mara o Año Nuevo Indígena, en el que las educadoras destacan la importancia de esta celebración. Otro, invita a los estudiantes a realizar figuras en greda. Siempre las profesionales utilizan las lenguas originarias para comunicarse con sus pequeños alumnos.
Acceder a internet es un reto que debieron enfrentar. En medio del valle, muchas veces la señal es inestable, incluso, solo una empresa de telecomunicaciones llega hasta el lugar, por lo que no todos tienen acceso a la red.
"Les dejamos el enlace a los papás para que ellos puedan acceder cuando quieran a los videos educativos en línea. En un comienzo, no sabíamos cuántos niños iban a tener acceso a internet, pero trabajamos con todas las estrategias para que ninguno se quede sin la recepción de material. También entregamos materiales y orientaciones a las familias, con experiencias para ser desarrolladas por ellos si es que no tienen internet o no entienden el español completamente", contó Milena.
Con el apoyo de los padres y apoderados aymara y quechua hablantes, se ha logrado un rescate cultural que la comunidad valora. "Queremos que los niños mantengan su entorno cultural desde el jardín infantil", añadió.
"También entregamos materiales y orientaciones a las familias, con experiencias para ser desarrolladas por ellos..."
Milena Flores, educadora.