Claudia Soto: "La pandemia ha demostrado que la mujer en la pesca artesanal es una guerrera"
Dedicada a la actividad pesquera desde hace 20 años, gracias a la Fundación Prodemu logró crear este año la primera Cooperativa de mujeres pescadoras de Arica y Camarones, lugar desde donde reivindica los derechos de las mujeres dentro de este rubro productivo.
Redacción - La Estrella
Darle el lugar que le corresponde a la mujer en el marco de la pesca en la región de Arica y Parinacota, es el principal objetivo que impulsa a Claudia Soto, socia de la Cooperativa de Mujeres de la Pesca Artesanal y el Borde Costero, que une a las mujeres que trabajan en el rubro en Arica y Camarones.
Esta dueña de dos embarcaciones artesanales, hija de pescador, se dedica al rubro desde hace 20 años, tiempo suficiente en el que ha podido palpar en carne propia las dificultades que enfrentan las mujeres que se dedican a este rubro, anteriormente cultivado mayoritariamente por hombres.
Exigiendo derechos para las pescadoras
"¿Cómo se ideó esto de formar una cooperativa?, simplemente por ver vulnerados mis derechos como pescadora", responde lisa y llanamente. "He pasado muchos años exigiendo los derechos de mujer básicos que no fueron escuchados, ni a nivel nacional ni local. Fueron años en que mis compañeras que se estaban formando en las áreas conexas, como limpieza de mariscos y pescados, fileteando, vendiendo, tampoco tenían las comodidades que yo venía planteando hace mucho tiempo", afirma Soto. "Y al día de hoy no ha cambiado", advierte. Y pone como ejemplo, que aún hoy no hay baños para mujeres en los recintos donde se reúne y trabaja la fuerza laboral pesquera.
"Golpeé muchas puertas en estos años que fueron cerradas, entonces la única manera de luchar contra eso y fortalecernos como mujer era crear esta cooperativa de mujeres", agrega la pescadora.
"Y ¿Por qué cooperativa? Porque tenemos que aprender a darle valor agregado a nuestros productos y a nuestro esfuerzo de mujer. Esta es una cooperativa con fines de lucro", añade.
La Cooperativa fue creada el 20 de enero de este año, pero significó por lo menos el trabajo de dos en poder reunir a las mujeres y crear esta entidad. Entre las dificultades, cuenta que estuvo que Sernapesca no tiene estadísticas de cuántas mujeres se dedican a la pesca artesanal, por lo que solo recibió un listado con 60 mujeres, donde no aparece con claridad a qué se dedican específicamente estas mujeres.
"Me costó mucho poder encontrar mujeres que se dedicaran a la pesca artesanal. Yo creo que por lo mismo, muchas personas apostaron a que no se hacía esta cooperativa", sin embargo, junto a otras cuatro pioneras, viajaron a Camarones a hablar con otras mujeres que trabajaban en lo mismo , y de ahí, formaron el germen de la cooperativa.
El camino a la formalización
Y en esas gestiones para lograr constituir esta cooperativa la Fundación para el Desarrollo y la Promoción de la Mujer, Prodemu, fue de gran ayuda. "Fui a hablar con la señora Alicia Quispe (la directora regional de la fundación) y le dije que éramos mujeres de la pesca artesanal y que estábamos buscando apoyo para poder crear esta cooperativa, y lo que me gustó es que ella confió en mi y en nosotras, que sabíamos realmente de pesca y adónde queríamos llegar con esto, y así fue, lo logramos. Somos doce personas en estos momentos, y estamos contentas porque logramos oficializarnos, superando todos los obstáculos en el camino".
Es así como formaron parte en el año 2019 de la jornada de formalización, instancia informativa ejecutada por Prodemu en Arica, que permitió entregar contenidos y herramientas para la formalización de los emprendimientos y el empoderamiento para lograr una autonomía económica. "Estas asesorías fueron claves, ya que gracias a nuestro conocimiento previo y experiencias anteriores, logramos incorporar contenidos técnicos, y poder avanzar a hacia la constitución de la cooperativa que hoy en día estamos formalizamos", explica Soto.
desafío 1: la pandemia
Como cooperativa de reciente creación, sin duda su primer desafío en estos meses ha sido enfrentar al Covid-19.
"Esta pandemia ha demostrado que la mujer en la pesca artesanal es una guerrera, que hemos podido mutar. Le dije a las chiquillas antes de la Semana Santa que íbamos a hacer delivery, que ese iba a ser nuestro slogan... Quédate en casa, que nosotros iremos a la tuya... y así hemos estado trabajando desde entonces, con mucha más fuerza, mucho más empoderadas", recalca.
Prueba de su gran labor en la visibilización de la mujer pescadora regional, es que fueron invitadas a la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, y ella invitada por la directora nacional de Sernapesca, Alicia Gallardo para participar en la Mesa Nacional de la Pesca de las mujeres; "esos son logros muy importantes para la cooperativa, que estemos visibilizando a la mujer de la pesca artesanal de Arica; eso nos hacer sentir que hemos estado haciendo un buen trabajo como cooperativa".
Aplicar enfoque de género
Soto sabe que quedan muchos desafíos por delante. Entre ellos pedirle al puerto formalmente como cooperativa que "nos den el lugar que nos corresponde como mujeres de la pesca artesanal, un lugar físico donde poder congregarnos como cooperativa; camarines, baños, locales de venta para las mujeres, en general, mejorar las condiciones de trabajo. Esa es prioridad uno. El enfoque de género es una ley hoy en día", enfatiza.
Ella misma recuerda que estuvo hace dos años con la Red Nacional de Mujeres de la Pesca Artesanal este proyecto de ley del enfoque de género y las áreas conexas, el que fue muy bien acogido, "así que esperamos que se implemente en Arica. Necesitamos que las autoridades se comprometan para tener este lugar físico", señala.
Participación en los zonales de pesca
La segunda tarea a tratar como cooperativa es estar presente en los consejos zonales de la pesca. Nunca la mujer ha estado representada en algún consejo de la macro zona norte. "Nosotros como mujeres debemos estar en los consejos representando a la pesca artesanal", resalta.
Por otro lado, buscan visibilizar la problemática que tiene la mujer pescadora respecto a las enfermedades profesionales. Si el hombre, sea pescador o buzo, sufre de males como artrosis y otros padecimientos, la mujer que trabaja en las áreas conexas, desconchando mariscos, o fileteando, también sufre muchas enfermedades en las cuales no están acogidas a ningún beneficio. Por otra parte, "la pesca artesanal no cotiza, y nosotros necesitamos trabajar en eso, para que podamos tener algún seguro o previsión", advierte .
"El Covid no ha traído solo un problema de salud, sino que también a la mujer... un retroceso en lo que es su empoderamiento personal".
Claudia Soto Arias, Pescadora artesanal y socia de la Cooperativa de Mujeres Pescadoras de Arica y Camarones