Lobo de Gilwell recuerda 100 años del Jamboree
A 10 años de haber viajado a Hyland Park a renovar la promesa scout, Rodrigo Moya rememora sus anécdotas y episodios inolvidables de aquel encuentro mundial.
Rodrigo Moya (49), más conocido en el ambiente scout como el Lobo de Gilwell, recordó los 10 años de aniversario del 21st World Scout Jamboree, celebración mundial que se realizó en Inglaterra con motivo de cumplirse los 100 años de la creación del movimiento scout en el Reino Unido.
Cuenta que viajó junto a 3 compañeros scouts: Roberto Parra, Alex Saavedra y Román Guerrero. Junto a ellos estuvo desde el 27 de julio al 8 de agosto del 2007 con 47.000 mil scouts de 158 países. "El lugar era precioso, eran más de 300 hectáreas en un predio llamado Hylands Park de la localidad de Chelmsford, Essex, cercano a la ciudad de Londres, Inglaterra. La ciudad estaba completamente revolucionada con la presencia de miles y miles de scouts del mundo, con sus diferentes uniformes, niños y adultos de ambos sexos venidos de todos los confines del planeta, donde no había ningún tipo de discriminación ya sea de origen, credo o raza", comenta con emoción.
Recuerda que era en julio y que el cambio de hora muchas veces les jugaba una mala pasada, ya que se oscurecía tarde y amanecía muy temprano, además los sorprendieron fuertes lloviznas y vientos que los hacían tambalear dentro de sus carpas, a pesar de que era verano. "Aún así lo disfrutamos a lo grande", asegura.
Visitas
Entre las visitas ilustres que tuvo el encuentro mundial estuvo el Duque de Kent, el príncipe William, el Rey de Suecia Carlos Gustavo XVI y Lord Robert M. Baden Powell, nieto del fundador del Movimiento Scout, quien ostenta su mismo nombre, apellido y su título de nobleza,
Moya agrega que el día de la promesa se le asignó una tarea la cual asumió con congoja, ya que no quería perderse la ceremonia.
"Pero como es justo el destino ese día sin proponerme nada fue más maravilloso. Mientras realizaba la ruta de seguridad de salud, divisé un carrito de golf, que era conducido por el comisionado mundial, el secretario y al centro el nieto del fundador, quienes me solicitaron apoyo para la retirada a lo que accedí prontamente. Estuve a un metro de esa comitiva y fui su escolta por breves momentos hasta el abandono del campamento por estas altas autoridades. Nos dimos un fuerte apretón de manos y un 'thanks you'. Pude obtener una foto que gráfica tan memorable momento vivido". El día de la clausura el Lobo de Ginwell explica que todos los emblemas patrios pisaron el escenario: "la lluvia nuevamente se hizo latente, pero eso no apagó nuestros corazones. Estábamos felices de haber participado y conocido a otros scouts que comparten los ideales que he abrazado ya hace 35 años. Ahora estoy en un receso, pero tuve la grata oportunidad de participar con los 'Muchachos de San Jorge', 'Universidad de Tarapacá' e 'Ignacio Serrano Montaner'. Uno debe ser siempre mejor y ante las dificultades con buena disposición, silba y canta, ser feliz y confiar que lo que haces es lo correcto, adiós a las malas vibras y rodearse de gente y personas honestas ante todo".
Recomienda "ganarle a la tecnología, sacar a los niños del letargo y que conozcan la naturaleza, compartan con sus pares y aprendan a socializar. Eso es lo bueno de ser un ciudadano scout".