Desalojan "Ciudad de Dios", la toma "más peligrosa de Santiago"
En las viviendas se denunciaron homicidios, narcotráfico y cobros extorsivos a arrendatarios. 72 personas fueron sacadas del lugar, que iba a ser demolido.
Matías Gatica Lindsay
Carabineros y la Municipalidad de Santiago desalojaron ayer seis casonas del barrio Yungay, reconocidas como un foco de múltiples delitos como extorsión y homicidio, y que era conocido por nombres como "Ciudad de Dios", la "Favela chilena" y "Fortaleza narco".
Situada en la esquina de las avenidas General Bulnes con Martínez de Rozas, los funcionarios desalojaron viviendas que permanecían tomadas hace cuatro años y donde hallaron más de 50 subdivisiones en que vivían familias principalmente extranjeras. Según Carabineros, los arrendadores extorsionaban a sus inquilinos, pues mes a mes les subían los precios y les exigían el pago anticipado de las rentas.
Vecinos habían denunciado que en estos domicilios -que pertenecían a una inmobiliaria- se cometían delitos como tráfico de droga e incivilidades. El director de Seguridad Comunitaria de Santiago, Kevin Díaz, dijo que se trataba de "un lugar complejo vinculado a homicidios que estamos recuperando (...) Acá hubo investigaciones que finalizaron, hubo detenidos en su momento por la PDI, que vinieron a buscar a los homicidas de un ciudadano extranjero".
La delegada presidencial, Constanza Martínez, indicó que el sitio era viligado por guardias, cámaras de seguridad y habían puertas reforzadas por metal.
En el operativo fueron desalojadas 72 personas, 50 adultos y 22 niños. De ellos cuatro son extranjeros que se encuentran en el país de forma irregular, por lo que fueron trasladados hasta el departamento de Extranjería.
El operativo no fue un allanamiento, sino que un desalojo, por lo que estaba notificado y en el procedimiento no se encontraron drogas ni armas. Sí identificaron torres de televigilancia.
"(Es) el lugar más peligroso que se había identificado en la comuna de Santiago, un espacio que tiene cinco homicidios solamente entre el año 2023 y el 2024, y por tanto era un lugar fundamental de poder recuperar", dijo la alcaldesa Irací Hassler.
En la tarde las viviendas estaban siendo demolidas.