Región sigue con déficit de agua caída tras precipitaciones estivales
DGA informó que no se detectaron mayores cambios en caudales. Excepto en Lluta donde se logró llenar Chironta a la mitad.
Redacción - La Estrella
Durante el mes de enero, las estaciones meteorológicas de la región registraron precipitaciones en precordillera de 48,5 milímetros y de 51,3 en Socoroma y Putre respectivamente. En cuanto a los valles costeros, solo el valle de Lluta presentó 1 milímetro de lluvia caída.
En este sentido, la región continúa presentando un déficit de agua caída, según el Boletín de INIA, sobre Riesgos Agroclimáticos de Arica y Parinacota de este mes.
El boletín también señala que la Estación Azapa Medio, ubicada en el kilómetro 19 del valle de Azapa no registró precipitaciones en enero, presentando un déficit actual de 100%. Ya que las precipitaciones registradas no son significativas (< a 20 mm).
En términos de producción agrícola, la región de Arica y Parinacota posee una superficie de cultivo de un 50% de hortalizas, 23% de forrajes y un 14% de frutales, los cuales se riegan con agua de pozo, napas subterráneas entre otros. En el caso de Azapa, los cultivos se sostienen gracias al riego del caudal proveniente de la bocatoma Azapa, el cual presentó un caudal medio mensual de 0,76 metros cúbicos por segundo (m3/s) en enero y 0,72 en lo que va de febrero. Mientras que el promedio del caudal por día, fue de 458 litros por segundo en su última medición del 14 de febrero de 2023.
Chironta a la mitad
Por su parte, la Dirección General de Aguas, informó que en las estaciones meteorológicas de Central Chapiquiña, Belén y Ticnamar no se detectaron mayores cambios con la llegada de las lluvias, excepto en Ticnamar, donde la precipitación acumulada en enero fue de 31,7 milímetros, mientras que en febrero llegó a unos 98,7 milímetros.
"En la región este año se han producido algunos aumentos de caudal en San José, Lluta y Camarones, pero todo dentro de rangos normales. En el caso de Lluta esto ha permitido que se pueda llenar el embalse de Chironta a la mitad de su capacidad con las precipitaciones de este año. En tanto, en San José se produjeron algunos aumentos de caudal producto de precipitaciones en Ticnamar más que nada, donde hubo un superávit de precipitación que provocó que vinieran golpes de agua en febrero. Sin embargo, no fueron tan importantes porque cuando se produjo el golpe de agua bajó el río, pero después empezó a descender hasta que se produce nuevamente precipitaciones en Ticnamar, sumándose después Chapiquiña y Belén, que también aportan a la bajada del río San José", explicó Andrés Romero Montesinos, director regional de la DGA
Por otro lado, las napas subterráneas todavía están en proceso de recuperación. "Esperamos que se infiltren los acuíferos de estas cuencas, que también permiten entre otras cosas; tener agua potable para la sanitaria y sus procesos, y para pozos de agricultura. Los acuíferos se van a evaluar de aquí a junio, que es un periodo de infiltración de las cuencas. En resumen, las precipitaciones de esta época estival se han mantenido normales porque las bajadas de los ríos no han sido tan fuertes", agregó Romero.