Leo Riquelme

El amanecer de ayer dejó en evidencia el desolador escenario en que quedaron convertidos al menos tres sectores rurales de la comuna de Melipilla, en la Región Metropolitana, que desde la tarde del domingo fueron afectados por incendios forestales que hasta el cierre de esta edición se mantenían activos.

El fuego que afectó a los sectores de Popeta, Altos de Popeta y Mandinga consumió más de 600 hectáreas, dejó cuatro civiles heridos y destruyó al menos 46 viviendas, una cifra que hasta ayer seguía en contabilidad.

Dos de los heridos fueron trasladados de urgencia a centros asistenciales de Santiago, donde uno permanecía ayer con el 70% de su cuerpo con quemaduras. Una tercera estaba en la UCI local.

"Todos querían salvar sus cosas, pero ahí había que salvarse uno... no había nada más qué hacer", admitió a TVN un vecino de uno de los más heridos.

Los residentes coincidieron en que el avance de las llamas fue aterrador debido al viento que reinaba en la tarde del domingo, lo que junto a la gran cantidad de pastizales ocasionaron que el fuego alcanzara alturas de unos diez metros.

Los v ecinos intentaron regar sus patios y casas, lo que en muchos casos resultó insuficiente, por lo que pasadas las 19.00 horas el sistema de alerta automático de la Onemi llamó a evacuar inmediatamente las casas.

"Lo bueno de todo esto es que el incendio fue en el día, porque en 15 minutos abarcó todo", comentó un afectado. En casas que habían construido cortafuegos el daño fue menor.

Los incendios dejaron gran cantidad de damnificados, muchos de los cuales se guarecieron en casas de familiares. En el albergue municipal, en tanto, permanecían ayer 22 personas, de las cuales 16 eran menores.

La alcaldía anunció que presentarán querellas contra quienes resulten responsables de lo sucedido.

Dadas las condiciones, ayer la Onemi mantenía activadas alertas rojas en varias regiones por los siniestros forestales en curso. En Romeral, el Maule, el fuego destruyó un inmueble centenario que sirvió hasta el inicio de la pandemia como liceo agrícola.

Una micro del Transantiago resultó destruida en la mañana de ayer debido al lanzamiento de una bomba incendiaria, que recibió cuando circulaba por la avenida Cumming con la Alameda, frente al Liceo de Aplicación.

Según Carabineros, desde el establecimiento comenzaron temprano a lanzar molotovs y fuegos pirotécnicos, pero cerca de las 9.30 horas un grupo de 40 personas salió a ocasionar incidentes a la calle. En la turba habían personas con overoles blancos y encapuchados.

El grupo obligó a detenerse a un bus del recorrido J03, del cual obligaron a bajarse al conductor y a sus 12 pasajeros. Tras ello, un video muestra a un encapuchado vestido con uniforme escolar lanzar una artefacto incendiario, lo que hizo arder el interior de la máquina, la número 56 que resulta destruida en circunstancias similares en lo que va del año.

"Tenían una jaba de bombas", dijo a radio Cooperativa un testigo.

Por los incidentes hubo tres detenidos, de los cuales dos eran menores de edad.

El subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, calificó el hecho como "inaceptable" y pidió "incrementar la capacidad del Ministerio Público para hacer la persecución necesaria".

Un avión de la empresa DAP sufrió ayer la pérdida de una puerta en vuelo, a diez minutos de haber despegado de Puerto Williams, por lo que tuvo que aterrizar de emergencia. El hecho ocurrió a las 11.40 horas y fue grabado por uno de sus ocupantes. El video muestra a los pasajeros tomados de la mano, pero tranquilos mientras la nave navega sobre el mar, cerca. A través de su cuenta de Instagram la empresa aseguró que la afectada fue un avión King Air-100 que despegó del aeródromo Guardiamarina Zañartu y que cuando ocurrió el desperfecto -que está en investigación- el piloto aplicó todos los protocolos, lo que ayudó a que nadie resultara lesionado y que tras aterrizar el grupo continuó su viaje en otro aparato de la misma compañía.