Editorial
La nueva educación post pandemia
El retorno a las clases presenciales ha sido dificultoso en todo el país, principalmente en los establecimientos de educación pública donde se han registrado episodios de bullying, amenazas y agresiones.
Se sabía que un fenómeno de esta magnitud se podía venir, pero no hubo tiempo ni capacidades para precaverlo y enfrentarlo. Existía premura en volver a las aulas y se hizo sin considerar algunas de las recomendaciones de los especialistas.
La salud mental tanto de niños como adultos ha sido fuertemente dañada por los dos años de pandemia y hoy es más difícil relacionarse especialmente entre los niños y adolescentes quienes fueron afectados en una etapa fundamental de desarrollo del contacto con sus compañeros y profesores.
Las consecuencias las conocemos y las entidades involucradas en el sistema educativo tienen que hacerse cargo con prontitud, porque si bien hoy existe un ambiente de calma, hay un mar de fondo que todavía está turbulento y en cualquier momento puede emerger.
Los expertos apuntan a la educación socioemocional y al cambio de currículo de los profesores como puntos principales para dar salida a la crisis.
Para ello se requiere del involucramiento de los adultos desde el hogar hasta las escuelas. Los padres en las casas y los docentes en los colegios tienen como misión principal enseñarles a los más jóvenes a relacionarse. A tener autocontrol manejo de emociones, empatía, habilidades de relaciones positivas y a tomar decisiones de manera responsable.
Partes de un cambio que deben sufrir en su currículo los profesores. Propiciar ambientes de diálogos junto a la entrega de los contenidos académicos.
Tarea no menor viendo ciertas carencias de infraestructura en los establecimientos y otros desafíos que enfrenta el sector, como bien lo menciona en la entrevista de hoy el Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
Entonces los esfuerzos tienen que necesariamente apuntar a mejorar los ambientes en las escuelas que permitan a los docentes contar con las herramientas básicas para trabajar con sus estudiantes y así evitar los episodios de violencia.
"Para ello se requiere de involucramiento de los adultos desde el hogar hasta las escuelas".