Vuelta a clases y cuidados en la salud
Chile recibía febrero con un 80,07% de la población infantil de 6 a 11 años con esquema completo de vacunación y 94,58% entre los 12 y 17 años.
Lo que confirma la amplia aceptación que existe en el país respecto a la inoculación en edad pediátrica.
Y en buena hora, pues a pesar de que Ómicron se ha ganado la fama de ser más "leve", han surgido reportes internacionales que señalan que esta población estaría siendo más afectada por la variante.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU, la tasa de hospitalización entre niñas, niños y adolescentes ha sido cuatro veces mayor durante la ola de Ómicron que durante el pick de Delta.
Asimismo, se ha identificado una presentación de la enfermedad que no habíamos visto: el Crup o Laringotraqueobronquitis aguda. Esta se produce cuando la laringe, traquea y bronquios se inflaman dificultando la respiración.
Esta afección es más frecuente en los niños debido a que tienen menor diámetro en las vías respiratorias, manifestándose con lo que se conoce como "tos de perro".
El gran problema es que el virus puede afectar más aún a la población menor de seis años y/o aquellos que no están vacunados.
Mientras que estén protegidos en sus casas o al aire libre rodeado de personas vacunadas, no habría mayores complicaciones.
¿Pero qué pasará en marzo?
Aunque la vuelta a la presencialidad favorecería la salud mental de la comunidad escolar, no parece prudente volver a este formato sin restricciones de aforo o con ambiguas medidas como la ventilación "en la medida de lo posible".
Ante esto, me parece necesario monitorear la situación sanitaria de los niños en los próximos días y no descartar echar pie atrás a la vuelta a clases bajo las condiciones anunciadas.
Dr. Claudio Olmos G.
Académico Escuela de Medicina UNAB / Coordinador de Investigación Clínica INDISA