Montañistas alcanzan con éxito las 5 cumbres más altas de la región
Grupo "Cumbres Literarias" de la IV región, llegó al Acotango, Capurata, Guallatire, Parinacota y Pomerape.
Deportes - La Estrella
E l grupo de montañismo Cumbres Literarias, de la IV Región, terminó con éxito la hazaña de escalar las 5 montañas más altas de la región: Acotango, Capurata, Guallatire y los dos últimos y más complejos ascensos, el Parinacota y el Pomerape, todos sobre los 6 mil metros a nivel del mar.
Este logro es parte del desafío Los 40 seis miles de Chile, que busca convertir a Daniel Uribe en el primer chileno en ascender las 40 montañas más altas del país.
Los primeros días
"Estos fueron días para reencontrarnos, descansar, ir de compras, organizarnos, disfrutar el paisaje y revisar las indicaciones del itinerario", explicó Daniel. El lunes 18 subieron a Caquena, donde según sus planes, se aclimataron para subir el Pomerape el miércoles 20 de octubre y continuar con el Parinacota, con un breve descanso. En su ascenso anterior subieron 3 cumbres en 8 días.
"Funcionamos muy bien como equipo. El Capurata requirió más técnica de la que había pensado, pero salimos adelante en los 3 cerros. Fue muy complejo, pero lo importante es que lo logramos y, además, confirmamos que tenía una altura de 6 mil 10 msnm. La última medición oficial se hizo en 1997 y lo cifró en 5996 msnm. Es el descubrimiento del gigante olvidado de los Andes", cuenta Miguel Rojas, presidente del club de Montaña Cumbres Literarias, de la cuarta región.
Refuerzo en el equipo
En la segunda parte de la odisea en la región de Arica y Parinacota hubo un par de cambios en el equipo, sumándose Fernanda Aguirre y Pablo Contreras, quien ni bien se bajó del avión y comenzó el viaje a Socoroma junto al equipo. Antes de comenzar su periplo en los Payachatas, el cerro de mayor altura que subieron fue Las Tórtolas, de 6 mil 160 msnm. "Hay un trabajo previo bastante importante", explica Pablo.
Bernardita Soto, quien junto a Daniel Uribe y Miguel Rojas completaron las 3 primeras cumbres de la región, comentó que el desafío en los Payachatas es aún mayor. "Tuvimos un tiempo para recuperarnos, lo que necesitamos porque los que subiremos ahora son más complicados. A nivel personal, mi reto es el Parinacota, pero viendo el desempeño en los cerros anteriores, creo que a pesar de la dificultad y que no los conocemos, el equipo lo logrará". Los días le dieron la razón, y el grupo alcanzó la cima del volcán Pomerape, a 6.282 msnm, sin otra novedad que su hermoso paisaje y la sensación de un reto logrado. El 23 de octubre, a 6.342 msnm, coronaron el Parinacota.
Es justamente ese sentimiento el que lleva a practicar este tipo de disciplinas, en la que el esfuerzo, la dedicación y el trabajo en equipo son claves. "Es pura pasión. Algo que te revoluciona a nivel hormonal. Estar en la cima, o intentarlo, lo cambia todo", dice Pablo. El equipo habla también de la voluntad, el bombazo de oxitocina, de ir aprendiendo de los errores y la sensación de trascender. "Llevas el cuerpo al límite, crees que no puedes dar un paso más y sí podías. Eso y ver a tus compañeros volver sanos es una gran alegría", agrega Fernanda.
"Hay mucho de espiritualidad. Estás más cerca de aquellos que ahora están mucho más alto que nosotros ".
Daniel Uribe, DT de la expedición