Personas mayores y nutrición
Durante los últimos años la población de personas de tercera edad ha aumentado y, es más, lo seguirá haciendo. Este escenario exige considerar mayores cuidados para ellos, como, por ejemplo, a través de factores que apunten a mantenerlos activos e insertos en la comunidad.
Actualmente el mundo se encuentra en medio de una pandemia, obligando a las personas mayores a permanecer en confinamiento para estar protegidos. Sin embargo, eso ha significado que estén más expuestos a la inactividad y a la falta de sociabilización, factores que aumentan el riesgo de déficit de algunos nutrientes, como lo es la vitamina D.
En este grupo de personas la síntesis de vitamina D, a través de la exposición solar, se reduce progresivamente hasta llegar a un 75% menos a los 70 años. Las personas mayores con deficiencia de vitamina D pueden estar en riesgo de sarcopenia, un síndrome geriátrico caracterizado por la pérdida progresiva de masa de músculo esquelética con reducción de la fuerza muscular y el rendimiento físico, aumentando el riesgo de caídas, de hospitalización por discapacidad y de muerte.
Se recomienda que, para evitar el déficit de esta vitamina, se privilegie el consumo de alimentos ricos en vitamina D como pescados grasos, huevos y lácteos fortificados. Asimismo, es crucial que se mantengan activos realizando exposición solar diaria de al menos 15 minutos y que recurran a un profesional para evaluar suplementación cuando sea necesario. Estos serán componentes útiles que contribuirán a alcanzar niveles séricos adecuados de esta vitamina.
El llamado que realizamos como profesionales de la salud en este mes de octubre, especialmente dedicado a las personas mayores, es a poner atención a sus requerimientos y necesidades, entre ellos, aspectos nutricionales fundamentales para una mejor calidad de vida.
Berta Vizcarra Parra
Académica de Nutrición y Dietética
Universidad San Sebastián