Editorial
Tras el fin del toque de queda
Arica vivió su primer fin de semana sin toque de queda, luego de que durante la semana se diera a conocer que el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe no sería renovado por parte del gobierno.
Fueron más de 500 días los que el país estuvo bajo esta figura, que impedía los desplazamiento de las personas a partir de las 22 horas en adelante, en algunos casos antes y en otras ocasiones también fue después, esto de acuerdo a las evaluaciones que fueron haciendo las autoridades.
Esta restricción significó que todos aquellos encuentros de familias y amigos fueron quedando atrás. Las fiestas, celebraciones y juntas, principalmente los fines de semana, fueron quedando relegadas a la espera de que la situación de la pandemia pudiera ir mejorando.
Pero el toque de queda no tuvo efecto solamente en las personas, porque también se vieron profundamente afectados aquellos negocios que vivían precisamente de la vida nocturna. Restaurantes, pubs y otros similares sintieron un fuerte impacto debido a que su oferta ya no se podría realizar.
Vimos así como algunos negocios trataron de adaptarse a formatos como el delivery, otros buscaron reinventarse y otros lamentablemente tuvieron que suspender sus actividades o incluso, cerrarlas.
Es por eso que estas nuevas libertades no solamente significan un avance para la calidad de vida de las personas, en cuanto a las posibilidades que existen para poder divertirse y reencontrarse con los amigos y familiares. También tiene que ver con la recuperación de la economía en los sectores que han sido afectados por la crisis sanitaria.
Ahora, también es muy importante que la comunidad sepa valorar estos espacios de más libertad que han ido apareciendo producto de la mejora en el escenario sanitario. Se puede valorar, primero, asumiendo con responsabilidad las medidas vigentes y que son necesarias ante la permanencia de la pandemia, porque el virus ha desaparecido. Y lo otro también tiene que ver con cuidar los excesos que lamentablemente pueden enlutar noches que han sido dispuestas para la diversión y los buenos momentos.
"Será importante mantener la responsabilidad en términos sanitarios y en la prudencia cada fin de semana".