¿Qué dudas realizar al químico farmacéutico y cuáles hacerlas al médico?
Por ley, todas las farmacias deben contar con un especialista que puede orientar y resolver ciertas interrogantes sobre medicamentos, pero no todas.
Javiera Navarro C.
Acausa de la pandemia por covid-19, han disminuido las visitas al médico lo que podría causar un descuido del control de la salud y provocar un mal uso de los medicamentos. Ante esto, una práctica que ayuda a muchos es acudir al químico farmacéutico (QF) para resolver ciertas dudas.
El QF es el profesional con habilidades integrales en salud, fabricación de medicamentos, desarrollo e investigación de los mismos, quien está presente en todas las farmacias del país y tiene como función principal orientar a las personas.
Este tipo de atención se llama servicio farmacéutico y, según el químico farmacéutico del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, Matías Arias, ha logrado reducir un 56% de los problemas de salud de personas con patologías crónicas que no están siendo controlados.
Para aprovechar al máximo a esos profesionales disponibles para todos, Arias sugiere que, al acudir a una farmacia a comprar un medicamento, se solicite hablar con el QF del local, quien podría entregar tres tipos de orientaciones.
Qué sí, qué no
La primera es revisar la medicación, es decir, evaluar los medicamentos que han sido recetados, considerando también el resto de los fármacos que el paciente utiliza.
"Puede pasar que el médico que recetó cierto medicamento se equivoque o no se entienda bien su letra; en esos casos, es clave que el químico farmacéutico revise bien las indicaciones", explica la dra. María Eugenia Merchán, Médico de Urgencias Pediátricas.
La segunda prestación es entregar recomendaciones de uso asociadas a ese fármaco. Por lo tanto, el QF podría detallar al enfermo cuál es el horario más adecuado para tomar el remedio, qué vía de administración usar, advertir acerca de los posibles efectos adversos y detallar las interacciones que podría provocar al usarlo en paralelo con otro fármaco, entre otros datos.
El tercer servicio es realizar farmacovigilancia: una persona puede acudir al QF si experimenta alguna reacción adversa a algún medicamento. El especialista reportará el hecho al centro de salud donde se atiende y recabará en detalle la información de lo ocurrido para entregar un informe al Instituto de Salud Pública (ISP) para aumentar las medidas de seguridad en su uso.
La dra. Merchán destaca la importancia de esta última función. "Nosotros recetamos, pero los químicos farmacéuticos están encargados de regular la salida de estas drogas" .
Merchán recuerda que es importante que los QF deriven a un médico si atienden a una persona en la farmacia que consulta por ciertos síntomas que experimenta, y que nunca deben indicar un medicamento.
"Aunque el medicamento no sea regulado, es decir, no requiera receta, igual puede generarse una intoxicación o existir contraindicaciones si es recomendado sin una evaluación médica", advierte.
Ejemplifica con el Viadil (compuesto Pargeverina), el cual no es regulado, sin embargo, no puede indicarse a menores de 8 años de edad. "Podría recomendarse y el menor terminar en urgencia con una parálisis en el intestino", dice Merchán.
La dra. recuerda que la evaluación del paciente, establecer un criterio de diagnóstico y emitir indicaciones de tratamiento con dosificación de fármaco deben sí o sí realizarse por un médico especialista.