"¿Riesgo de una nueva tormenta?"
Hemos vivido en el último tiempo una serie de circunstancias complejas, tanto sanitarias como sociales. Esto ha llevado a realizar una serie de reflexiones, evaluaciones del cómo hacíamos las cosas y, sobre todo, en qué utilizábamos nuestras energías y tiempos. De igual manera hemos podido ver lo mejor, y lo peor, del comportamiento de nuestra sociedad, donde nuestra "primera línea sanitaria" ha hecho un trabajo extraordinario. En esta "primera línea" sin duda se encuentran las farmacias, tanto privadas (de interés público) como públicas, como centros de salud.
El proceso de vacunación ha ido avanzado con fuerza y, por supuesto, gracias a ello hemos tenido mejores datos del aporte indiscutible de esta política pública en nuestras vidas cotidianas. Pese a la aparición de teorías conspirativas, las vacunas se han vuelto a posicionar en la confianza colectiva, lo que es una excelente noticia.
No obstante, seguimos en una situación crítica. Pese a todo el tiempo transcurrido y la experiencia acumulada, aún tenemos personas que "reman contra la corriente". No sólo hablo de los antivacunas, como personas que son un peligro de la salud pública, sino que de aquellos que con el tiempo transcurrido han ido perdiendo "adherencia" a las medidas sanitarias. Esto, junto al ingreso y el aumento de contagios de la nueva variable Delta, se podría configurar una nueva tormenta.
No seamos pesimistas. Sin embargo, una falsa sensación de seguridad, el aumento de permisos para movilidad y nuevas variables podrían hacernos pasar un segundo semestre tormentoso.
Jorge Cienfuegos
Académico Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello