Editorial
Una lucha que continúa
Mientras Chile y nuestra región avanzan en el proceso de vacunación contra el covid-19 en diferentes segmentos de la población, los efectos que tiene la pandemia no dan tregua y de acuerdo a los datos que entrega constantemente el Ministerio de Salud, la ocupación de camas críticas por personas que son internadas por el coronavirus sigue siendo una preocupación para todo el país.
Según lo que daba a conocer ayer lunes el portal emol.com y citando como fuente al Minsal, de las 4.513 unidades de cuidados intensivos (UCI) que están habilitadas a lo largo del país, 3.236 están ocupadas por pacientes infectados por covid-19. De ellos, casi el 40% tiene menos de 50 años.
Otro de los indicadores, la ocupación de las camas críticas varía entre un 74% y 98%, siendo las regiones de Aysén y Magallanes las que tienen más camas disponibles mientras que en el otro extremo, las regiones de Tarapacá y Coquimbo son las que presentan menos disponibilidad. En el caso de Arica la ocupación UCI superaba el 90%.
La edad de quienes permanecen hospitalizados debido al covid-19 corresponde principalmente a personas que tienen entre 50 y 59 años, el al 23,74% del total. A este rango etario le siguen las personas de entre 60 y 69 años con un 22,46%; los menores de 39 con un 20,87%; los infectados entre 40 y 49 años con un 17,72%, y por último los que tienen 70 o más, con un 15,21%, que es un segmento de la población que sigue descendiendo.
Esta semana comienzan las vacunaciones para jóvenes de 18 y 19 años, lo que seguirá contribuyendo a que la población pueda hacer frente al virus sin que necesariamente tenga que enfermar gravemente como estaba ocurriendo antes de la existencia de las vacunas.
Sin embargo, las vacunas no impiden los contagios, de manera que la serie de avances que se siguen dando en la vacunación no deben convertirse en motivos para relajar las medidas que se han tomado desde que la pandemia llegara a nuestro país. Chile y el mundo están aún lejos de controlar completamente esta pandemia.
"Las cifras muestran que la pandemia no da respiro, a pesar de los avances en la vacunación".