Este 2021 nuevamente viviremos el Día del Patrimonio en modo pandemia. Esta conmemoración, en especial, debería ser en memoria de los 36.000 chilenos que nos dejaron por COVID y que han sido parte de nuestra historia y cultura. Así, los días viernes 28, sábado 29 y domingo 30 de mayo solo se realizarán actividades presenciales en aquellas comunas que se encuentren en Fase 2 y superiores respetando las exigencias sanitarias. Además, se sumará la apertura sanitaria de movilidad para algunas personas.

Como todos los años, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio es el encargado de organizar esta celebración, definiendo la temática y coordinándose con todos los actores e instituciones que participan. En momentos en que continúa el confinamiento en la mayor parte del país, se espera que esta conmemoración del patrimonio se convierta en una oportunidad de encuentro. Un encuentro en la diversidad y en la construcción de diálogos con sentido, en un año marcado por el proceso constituyente. Así, la ciudadanía está invitada ese fin de semana a compartir también sus propias activaciones, materiales, cápsulas, mensajes, fotografías, videos y otros a través de sus redes sociales, usando el hashtag #DíaDelPatrimonio.

Sin embargo, más allá de las actividades presenciales u online propias del Día del Patrimonio, durante todo el periodo de la pandemia e incluso antes, se ha observado la necesidad de que el patrimonio, el arte y la cultura hayan sido llevados a nivel público con una visión de futuro propositiva. En este sentido, ha sido más preponderante la ausencia que la presencia de dicha visión.

Este nuevo Día del Patrimonio es una oportunidad para levantar la urgencia de un liderazgo exitoso y comprometido por dejar huellas a las generaciones futuras.

Recordemos que comprender nuestro patrimonio cultural nos ayuda a entender una parte importante de quiénes somos y cuál es nuestra posición en el mundo y en la vida en general. Asimismo, nos entrega luces sobre el potencial de nuestros propios recursos, a dónde queremos llegar y en qué podemos o queremos llegar a convertirnos.

Para lograr esta fusión entre pasado, presente y futuro, es necesario levantar un real liderazgo, que de visibilidad al mundo cultural. En este sentido, el proceso constituyente será un espacio único para dar a las culturas, el arte y el patrimonio el lugar que se merecen, más allá de un día de conmemoración al año.

José Albuccó, académico Universidad Católica Silva Henríquez

Nuestra democracia es sólo representativa, se basa en que los ciudadanos y las ciudadanas eligen periódicamente a sus representantes, quienes vienen principalmente de partidos políticos. Existe una serie de movimientos sociales y grupos de interés (feministas, ecologistas, pueblos originarios, diversidad sexual, cultura, migrantes) que quieren participar en el debate y en el desarrollo de políticas públicas de manera más activa. La OCDE ha destacado que Chile es un país con baja participación pública y ciudadana, entre otras razones por la poca confianza en las autoridades.

Es fundamental que en esta nueva constitución se complemente la democracia representativa con la democracia participativa y consagrar el derecho de participar como un principio rector de la Constitución que oriente a todos los poderes del Estado. Considerar mecanismos de democracia semidirecta, consultas ciudadanas, cabildos y asambleas ciudadanas para discusión de proyectos sectoriales, cuentas públicas participativas, referéndums de leyes, plebiscitos, entre otros. Todo lo anterior permitirá que la ciudadanía pueda tener un rol más activo, logremos una democracia más fuerte y que ella logre la confianza de las mayorías.

Edwin Briceño Cobb

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