Editorial
Experiencias que se deben atender
Hace sólo unos días se cumplieron 10 años de la triple catástrofe que afectara a Japón, catástrofe marcada por un gran terremoto, un tsunami devastador y finalmente, el accidente nuclear en la central nuclear de Fukushima.
Todo esto dejó más de 18.000 muertos y desaparecidos y además, dejó en evidencia una serie de problemas y desafíos en los que se debe trabajar y situaciones que revisar en cuanto al emplazamiento de la ciudades, los asentamientos humanos, las medidas de seguridad para las plantas nucleares, y otras interrogantes que ya han sido objeto de análisis profundos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó la atención, en particular, a que actualmente unos 680 millones de personas alrededor del mundo viven en zonas que presentan riesgo de tsunami, algo que evidentemente es inquietante.
Y preocupa, porque lo que ocurrió en Japón muestra que aún los países que han invertido más esfuerzos y recursos para enfrentar este tipo de emergencias, pueden verse subyugados por las fuerzas de la naturaleza. El caso es que hay millones de seres humanos que en estos momentos están frente a frente a los riesgos de un eventual tsunami, sin que haya medidas adecuadas ante este tipo de eventos.
Desde la ONU se ha hecho hincapié a lo importante que es que la comunidad científica y la sociedad internacional no deje pasar las experiencias que dejó la catástrofe en Japón. "Los tsunamis son uno de los desastres más mortales y por eso la preparación es tan importante. No podemos evitar que sucedan, pero sí que sean un desastre", manifestó el secretario ejecutivo de la Comisión Intergubernamental Oceanográfica de la Unesco, Vladímir Ryabinin.
Nuestro país ha estado aprendiendo de ésta y de sus propias experiencias. Lo ocurrido el 27 de febrero de 2010 debe marcar un antes y un después en la manera como Chile se prepara ante este tipo de emergencias.
Se ha creado una nueva cultura preventiva. Hay más tecnología para prevenir y advertir. Pero aún se deben revisar procedimientos y especialmente, actualizar condiciones, normas y planos reguladores.
"El mundo aún toma lecciones de la catástrofe que sufrió Japón hace diez años. Lecciones que también importan a Chile".