Con tecnologías hacen más seguras faenas de construcción
Socios de la Cámara de l rubro evitan así contagios de coronavirus .
Redacción
Más allá de las complejidades que ha significado la pandemia para las empresas constructoras, esta realidad también ha significado una verdadera revolución tecnológica para mejorar y optimizar los controles sanitarios al interior de las faenas, para tener obras seguras para los trabajadores y así evitar los contagios.
Lo anterior fue comprobado por el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Arica, Luis Herrera Thomas, al visitar los diversos proyectos de las empresas socias en su diario esfuerzo por entregar seguridad sanitaria a todo el que ingrese a obra.
Una de ellas es la Constructora Armas donde es posible observar que todos los trabajadores tienen un sensor que se les entrega cada vez que ingresan, el que está programado para alertar a las personas cuando no respetan la distancia mínima de 1,5 metros; esto además permitirá hacer una trazabilidad en caso de dar positivo de Covid y saber con quién tuvo contacto estrecho, de ser necesario.
"Los trabajadores lo recibieron bien, porque es una medida que va en post de cuidarlos. Además, la pulsera hace un registro computacional en donde se lee el recorrido de cada trabajador sabiendo con quién estuvo y si hubo contacto estrecho", comentó Cristian Caviedes, administrador de proyecto en obra Puerta Norte 1, de Constructora Armas.
Otro caso es la empresa Guzmán y Larraín, la que dispone una aplicación que funciona con el teléfono (usando código QR) que permite registrarse y llenar el formulario sanitario evitando el contacto físico con el encargado de portería.
"Lo usamos para llenar la encuesta sanitaria, lo cual hacemos en todas las obras que tenemos; es fácil. Igualmente, alrededor de un 15% de las personas que debe ingresar no tienen teléfono, no saben o no tienen internet; en ese caso el portero le hace el ingreso (de manera verbal) y la persona responde", explicó el visitador de obra de Guzmán y Larraín, Heriberto Rothkegel.
La Estrella