Personal médico se prepara para semanas que podrían ser críticas
Hospital se prepara ante eventual alza de casos, producto de la movilidad que conlleva la llegada de marzo.
Aunque es imposible predecir el comportamiento que tendrá la pandemia, la llegada de marzo podría suponer un alza en los casos de covid-19, al retomarse con la Fase 2, actividades como las clases en los colegios o la presencialidad en los diversos trabajos.
Para Luis Vásquez, subdirector médico del Servicio de Salud Arica, podrían venir semanas críticas por el aumento de movilidad de la población, así como la subida en el uso de las camas críticas en las diversas regiones de Chile.
"El país está en el límite. Si recordamos, el año pasado, una región presentaba alza en contagios y luego otra. Ahora la situación es sincrónica. En todo Chile han subido los contagios y eso hace que los sistemas estén al máximo".
El médico acotó que las vacunas pueden ayudar a contener los casos, pero aún así, las semanas siguientes al inicio de marzo se espera un mayor estrés en el sistema, no solo a nivel médico, sino también profesional, técnico y administrativo.
"Tenemos planificados diversos escenarios y en ese sentido, esperamos no echar mano a las últimas etapas de esta planificación. Creemos que en estos momentos contamos con los espacios suficientes, por lo que esperamos pasar sin que algún paciente sea ventilado en condiciones no adecuadas, pero siempre tenemos plan A, B y C".
Gran reconversión
Para Vásquez es complejo diferenciar lo que fue la primera ola de la segunda. "A la ciudad le tocó duro desde agosto en adelante, por lo que ha sido un trabajo continuo desde esa fecha hasta ahora. Este año ha sido constante el número de casos positivos y el porcentaje de ocupación de la unidad de pacientes críticos no ha bajado", comentó.
El profesional destacó la capacidad de reconversión que ha presentado el hospital desde que se inició la pandemia, momento en que habían tres camas de cuidados intensivos y 15 camas para pacientes intermedios. En la actualidad, existen 24 camas en intensivos y 90 en cuidados intermedios.
"El hospital se tuvo que reformular completamente y el personal de salud también se tuvo que reconvertir. No eran muchos los médicos intensivistas, por lo que hubo que recurrir a otras especialidades para que aportaran".
En ese sentido, mencionó que el elemento más escaso es personal médico calificado para trabajar en estos casos.
"Ha habido una sobrecarga importante de todo el personal, en especial del estamento médico, que incluso trabaja sobre la norma en cuanto a exigencias de número de pacientes, pero la necesidad nos ha llevado a eso y hemos respondido bastante bien", finalizó.