Editorial
Daños que afectan a todos
A mediados del año pasado, la Municipalidad de Arca estimaba que debía invertir alrededor de cien mil pesos semanales reparando señales de tránsito que eran chocadas, destruidas, intervenidas o vandalizadas. Se trata de recursos que perfectamente podrían ir en beneficio de otras actividades de la comuna, pero que se deben orientar a dar solución a un problema que en algunos casos no resiste explicaciones.
Las señales de tránsito son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema vial. Son los elementos que guían, permiten, prohiben, informan, advierten y que en general, dan a conocer las disposiciones y reglamentos aplicados en las calles, caminos y carreteras.
Sin ellas, la conducción y el tránsito en general, podrían ser un caos y fundamentalmente, un enorme peligro. Es por eso que resulta grave conocer que anualmente, Arica sufre pérdidas millonarias debido a la destrucción de señalética de tránsito.
Quienes perpetran estos verdaderos atentados no toman en cuenta las consecuencias que tiene el destruir y dañar señales, consecuencias que pueden afectarlos incluso a ellos. La falta, por ejemplo, un una señal pare, puede motivar accidentes muy graves. Lo mismo con otros signos de tránsito similares.
Algo similar puede ocurrir con las señales que dan a conocer los nombres y sentidos de las calles. En un primer aspecto, la ausencia de información sobre el sentido del tránsito en una vía puede llevar a accidentes. Y en otro, la desinformación puede dificultar enormemente el hallar direcciones y domicilios.
En términos turísticos y patrimoniales también puede haber perjuicios importantes para la ciudad. El rayado, alteración de destrucción de señales hace que Arica se transforme en una ciudad desordenada y poco hospitalaria. ¿De qué sirve tener hitos patrimoniales si los turistas no saben cómo llegar o dónde estos se encuentran?
Por lo pronto, queda a la mano la denuncia y esperar haya sanciones, mientras las autoridades siguen con los esfuerzos para reponer y mejorar las señales de tránsito.
"La destrucción de señales de tránsito demanda recursos de parte del municipio y pone en riesgo a la población".