Editorial
Eliminar la violencia contra la mujer
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó en el año 2000 el 25 de noviembre como el día para recordar en todo el mundo la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha se plantea como una invitación y un fuerte llamado a los gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a asumir de manera activa, comprometida y coordinada las tareas que permitan erradicar toda forma de violencia contra las mujeres.
Este año el llamado se ha hecho especialmente pertinente, debido al contexto en el que se encuentra el planeta por la crisis sanitaria y las medidas de confinamiento que se han dispuesto en las más diversas latitudes.
De acuerdo a lo que informa la misma ONU, desde la aparición del covid-19, datos alrededor del mundo revelan que se ha intensificado todo tipo de violencia contra las mujeres y las niñas, especialmente en el hogar.
De hecho, el organismo explica que paralelamente a la implementación de medidas de confinamiento por parte de los países para detener la propagación del coronavirus, la violencia contra las mujeres y niñas, especialmente la violencia en el ámbito privado, en algunos países, las llamadas a las líneas de ayuda se han multiplicado por cinco.
Se trata de otra pandemia, una violenta y cruel, que lamentablemente se ha ido extendiendo entre las sombras, de manera subterránea, detrás de las puertas de muchos hogares, y de ahí que la tarea para luchar por su erradicación sea asumida de manera transversal y por completo en nuestra sociedad.
Sin embargo, no es un problema que se enmarque en la actual situación sanitaria mundial. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que en 2019 al menos 4.640 mujeres fueron víctimas de femicidio en América Latina, lo que implica un incremento del 31,5% respecto al año anterior.
El compromiso social, el adoptar nuevos valores, el desarrollo de una cultura del respeto y la valoración de las mujeres y la erradicación de todas las más diversas manifestaciones de machismo y discriminación de género, hoy son claves para frenar la violencia contra las mujeres.
"Más que un llamado, es una lucha que involucra a toda la sociedad, de manera transversal".