28 de septiembre de 2014
Un homenaje al natalicio del cantautor Víctor Jara se realizó en el Parque Vicuña Mackenna, donde participaron numerosas agrupaciones artísticas. El concierto fue organizado por la Agrupación deTrabajadores por el Arte y la Cultura de Arica.
Poco proclives a observar lo que ocurre en el mundo somos los chilenos, aunque es fuera de nuestras fronteras, en especial entre las naciones más poderosas, donde se toman decisiones que impactan profundamente nuestro quehacer cotidiano.
Estados Unidos está actualmente en medio de un proceso electoral que puede implicar la reelección del presidente Donald Trump, o bien, de otra alternativa. La del demócrata Joe Biden aparece como la posibilidad más cierta en ese ámbito. Como pocas veces, la principal potencia del planeta está estresada y dividida, en particular por los efectos de casi cuatro años de administración del señor Trump.
Difícil no advertir que el mandatario ha cruzado varias líneas, ha encerrado a nación y ha sumado complicadas escaladas con China e incluso con sus socios europeos, mientras Latinoamérica parece más lejana que nunca de los intereses estadounidenses.
¿Ha hecho Trump de EE.UU. un mejor país? Los resultados económicos hasta antes de la pandemia eran muy buenos, pero el manejo del coronavirus ha sido paupérrimo, al punto que esa nación es la más golpeada en número de enfermos y víctimas fatales.
Uno de los puntos más complejos ha sido el conocer que Trump mintió a sus ciudadanos respecto del peligro que implicaba el COVID-19, según lo deja en claro el último libro de Bob Woodward, "Rage" (Rabia). Antes, en "Fear" (Miedo) había puesto en tela de juicio la idoneidad y conocimiento de Trump respecto de política exterior, con el relato de varios de sus hombres más cercanos.
El mundo estaba acostumbrado a los populistas, nuestra región latinoamericana especialmente, pero no el llamado Primer Mundo. Hoy lo conocen de cerca con el magnate de los negocios inmobiliarios.
El problema es que la magnitud de la influencia estadounidense marca el mundo. De allí que la incertidumbre y los temores de conflictos y recesiones por las guerras comerciales que lleva adelante se hayan multiplicado. EE.UU., debe recordarse, es un tercio del PIB planetario. Resulta difícil creer que Trump corregirá sus errores y enmendará el camino, veremos qué decisión es la que toman los ciudadanos de ese país.
"El problema es que la magnitud de la influencia estadounidense marca el mundo".
Cada vez se agigantan más los logros del joven equipo de San Marcos, considerando que ha debido jugar casi toda su campaña de visita. Cabe entonces ser optimistas respecto a lo que haga después en casa.
Ayer una nueva alza en los casos de covid-19 se registró en Arica, situación que preocupa, ya que se hace aún más complejo terminar con la cuarentena ¿Serán los efectos de las Fiestas Patrias? Eso tendrán que aclararlo los expertos.
Nadie imaginó a comienzos de año, que viviríamos una pandemia de proporciones. Este Día Internacional del Turismo se sintió tan distinto, con fronteras cerradas, hoteles convertidos en residencias sanitarias y sin turistas recorriendo la región.
Para nadie es un misterio que la política es una labor cuyo contexto permite a quien la practique, llevar a cabo casi todo lo que le venga en mente. Pienso en infinidad de situaciones, en las que gracias a la laxitud de las normas que rigen esta actividad, determinados políticos tienen carta blanca para hacer y deshacer en todo orden de cosas, al invocar el mandato que les dio la voluntad de quienes los/las eligieron o designaron para cumplir su cometido en algún poder del Estado.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la política como la "actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos". Y agrega que política también es: "cuando el ciudadano interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto o de cualquier otro modo". Entonces, dentro de este último contexto, y aunque en Chile generalmente decimos que "aquí no nos gusta meternos en política", efectivamente sí lo hacemos; cuando vamos a votar, o cuando nos quejamos a voz alzada, o damos un cacerolazo en protesta por las inequidades que nos agobian diariamente. Eso es hacer política.
Muy distinto es el caso de aquellos que, como ya anticipamos, ejercen influencia o manipulan los poderes del Estado, ya sea en beneficio propio o de terceras personas, que generalmente están ligadas a intereses económicos de gran magnitud y que gravitan significativamente en la economía nacional y en el sentir de la sociedad.
Ahora estamos a menos de 30 días del plebiscito y todos los chilenos que acudiremos a votar, vamos a expresar nuestro apoyo o rechazo al cambio de la Constitución que nos rige. Cuando escribo esta columna no parece que hubiera una razón para que el 25 de octubre los ciudadanos vayan a abstenerse de manifestar su preferencia; salvo que el factor covid pudiera en alguna forma inhibir a algunos electores. Sin embargo, y pese a los altos márgenes de preferencia por el apruebo, expresados en las encuestas, hay operadores políticos trabajando para reducir esa ventaja para así - si se dan las condiciones "políticas" requeridas - quizás eventualmente cuestionar la validez del resultado de la consulta, si el número de electores que sufraguen fuera menor al 50% del padrón electoral; postura que aparte de constituir una arriesgada pirueta política, podría generar una crisis constitucional de imprevisibles proporciones.
"cuando vamos a votar o nos quejamos a voz alzada... eso es hacer política".
Jaime Gómez Douzet, Doctor en Filosofía