El duro impacto del coronavirus en la economía nos ha llevado a cifras de desempleo de las más altas en una década, 11,2% en el trimestre a mayo 2020 según el INE. Si bien es cierto que este drama afecta en forma transversal a todos los segmentos de la población, desgraciadamente se siente con mayor fuerza entre aquellos y aquellas más vulnerables, como las personas con discapacidad, quienes ya en circunstancias normales enfrentan altos índices de exclusión del mercado laboral.

Una encuesta realizada por el portal Incluyeme.com, entre los meses de mayo y junio, a 520 personas con discapacidad, muestra una realidad preocupante: el 74,5% de ellas están desempleadas, de las cuales el 29,2% han perdido su trabajo producto del Covid-19. Esto deja en evidencia la dificultad extra que deberán enfrentar estas personas de cara al futuro, y nos muestra el gran desafío que tienen por delante las empresas que están comprometidas con seguir avanzando en esta materia.

Necesitamos empresas que vivan la inclusión laboral como un componente de riqueza que agrega valor al individuo, la organización y a toda la sociedad. Al menos así lo sentimos en la Red de Empresas Inclusivas, ReIN, de SOFOFA, donde trabajamos para generar un cambio radical, de modo de enfrentar como sociedad los desafíos en materia de desempleo e inclusión laboral de personas con discapacidad.

Si bien la Ley Nº 21.015 de Inclusión Laboral ha impulsado este cambio en algunas empresas, sabemos que la cultura de las organizaciones no cambia en respuesta a las leyes, sino gracias al convencimiento de los líderes, que se transmite y contagia hacia todos sus colaboradores. Por ello, se hace necesario que exista un compromiso desde los socios y la alta gerencia para abordar con seriedad la inclusión laboral de personas con discapacidad post pandemia. No sólo se busca cumplir con una cuota y responder a la ley, sino que también tener en nuestros principios el crecimiento y desarrollo de los colaboradores que se suman, con los grandes beneficios que esto conlleva para el ambiente laboral y la productividad en general.

Sabemos que el camino será lento y con dificultades, pero vamos en la dirección correcta para lograrlo.

Elena Razmilic

Presidenta Red de Empresas Inclusivas (ReIN) de SOFOFA

Considerando que millones de chilenas y chilenos, comprobaron que su "platita" estaba allí, en la AFP, nadie se la había llevado, y además que ahora, el proceso para retirar el 10% de esa platita, se ha hecho muy fluido, con la asesoría de las propias AFP, cero problemas, y que prontamente, tendrán los fondos disponibles para utilizarlos en lo que quieran, cabe preguntarse...

¿Cuántos de esos millones de chilenas y chilenos, que hoy comprobaron que sus fondos de pensiones, eran toda una realidad, es dinero contante y sonante, y que pedían a los cuatro vientos "NO+AFP", cambiarán de opinión y ahora desearán "una larga vida a las mismas AFP" y sin ni siquiera pensar remotamente, en que se repitan los retiros en el tiempo?

"El pesimista, se queja del viento, el optimista, espera que cambie, el realista, ajusta las velas"

William Arthur Ward (1921-1994) escritor estadounidense.

Luis Enrique Soler Milla

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