Juramento a la Bandera 2020, una especial celebración
Las circunstancias que vive Chile producto de esta catástrofe hacen que este año el juramento a la bandera sea conmemorado de una manera especial. Para los soldados de la Sexta División es más significativo aun ya que no hay mejor forma de vivirlo que sirviendo desde las Guarniciones de Arica y Parinacota, brindando el apoyo a los ciudadanos de la XV región para enfrentar juntos la pandemia por el covid-19.
Recordando la historia, el 9 de Julio de 1882 en las postrimerías de la guerra del pacifico, 77 hombres pertenecientes a la 4ta Compañía del Batallón "Chacabuco", al mando Capitán Ignacio Carrera Pinto, en la sierra Peruana guarnecidos en el poblado de La Concepción, fueron atacados por tropas muy superiores quienes ofrecieron la oportunidad de rendirse y así salvar sus vidas, sin embargo no permitieron que su bandera fuera arriada pereciendo todos en combate. Este heroísmo y entrega sin límites llevó a que el Presidente Don Ramón Barros Luco decretara en 1914 aquella fecha como el día del juramento de fidelidad a la Patria.
¿Qué llevó a estos hombres que se encontraban en territorio extranjero, a miles de kilómetros de su país, alejados de sus padres, esposas e hijos a inmolarse por su patria?
La respuesta no es fácil, lo cierto es que para llegar a cometer tan significativo acto con el arrojo y gallardía demostrado en combate, se deben conjugar una serie de valores y sentimientos que se desarrollan a lo largo de la vida militar. Entre estos se encuentran el espíritu de cuerpo, la cohesión y el compañerismo, elementos que potencian a una agrupación de hombres haciéndolos más fuertes, especialmente frente a la adversidad.
Este mismo sentimiento llevó a que uno a uno los oficiales, clases y soldados Chacabucanos fueran cayendo en el fragor del combate, sabiendo que su sacrificio no sería en vano y confiando en que los que siguieran con vida mantendrían la bandera en alto.
Otro valor fundamental es el Honor, sentimiento radicado en lo más profundo de nuestras mentes y corazones, que nace en nuestros hogares desde niños, se acrecienta a lo largo de la vida y se cultiva durante toda la carrera militar. Este está muy ligado con la dignidad, que permite al ser humano andar tranquilo y orgulloso de lo que se es como persona, profesional, padre de familia, trabajador, estudiante y por supuesto como soldado.
Finalmente está el amor a la patria no sólo representado por sus símbolos sino que por su extenso mar, su hermosa tierra y los millones de chilenos desplegados a lo largo y ancho del territorio nacional.
Todos estos valores siguen presentes hasta el día de hoy en nuestros soldados. Son esos mismos valores los que llevaron al Cabo Primero Alejandro Celis Inostroza (Q.E.P.D) del Regimiento Colchagua y al SLC Hugo Muñoz Sotomayor (Q.E.P.D) del Regimiento Sangra, a cumplir con su sagrado juramento cayendo en el cumplimiento del deber, en apoyo al control de esta terrible pandemia.
En homenaje a ellos y sus familias es esta especial celebración, sin bandas ni marchas militares pero con el firme convencimiento que donde estén sabrán que los soldados del Ejército de Chile seguimos a paso firme su ejemplo, sin rendirnos ante la adversidad, apoyando una y otra vez en cada rincón del país a todos los chilenos, cada vez que la patria lo demande.