editorial
Maltrato a los adultos mayores
Los ojos del mundo están puestos en estos momentos en la pandemia del covid-19 y cómo se puede superar. Pero fundamentalmente, por razones lógicas, la preocupación se ha mantenido en torno a los contagios y los fallecimientos que se registran en todo el planeta.
Lamentablemente, entre los grupos más sensibles, más vulnerables a los efectos transversales de esta pandemia están los adultos mayores. Ellos necesitan un trato especial y que sus necesidades sean visivilizadas para que la sociedad las pueda atender. En muchas ocasiones, aquello no ocurre y más allá de eso, en ocasiones hay descuido o hasta desprecio y abanadono.
Es por eso que ayer se celebró El Día Mundial de la Toma de Conciencia del abuso y maltrato al Adulto Mayor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció cada 15 de junio, como la fecha para relevar esta reflexión en torno a los más grandes de nuestra sociedad.
Las formas de maltrato a los adultos mayores son muy amplias. Está por ejemplo el maltrato físico, que es el más fácil de entender y que se manifiesta en ejercer fuerzas que dañen o afecten a los adultos mayores. Pero también está el maltrato psicológico, caracterizado por acciones que producen angustia, penas, estrés, sentimientos de inseguridad, baja autoestima, y que también pueden agredir la identidad, la dignidad y el respeto de la autonomía que tiene un adulto mayor.
El aprovechamiento de los bienes y recursos de un adulto mayor sin su consentimiento o con un consentimiento viciado, los fraudes, estafas, engaños, y otros son parte del abuso patrimonial, y el incumplimiento de los deberes y responsabilidades que se tienen para con un adulto mayor en temas personales o de salud, es un abuso de tipo negligente. Tristemente, muchas de estas acciones son casi cotidianas, a veces justificadas simplemente "porque el viejo no sabe".
Es por eso que este tipo de conmemoraciones deben llevar a pensar en cómo perpetuamos el respeto por las personas, no sólo en su juventud. Porque algún día, todos llegaremos a ser adultos mayores y será el momento de cosechar lo que se ha sembrado.
"Nuestra sociedad debe seguir esforzándose por dar un lugar de privilegio a los más grandes".