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El renacer de un gran portero

Nery Veloso, figura de la campaña de San Marcos , cuenta cómo fue volver a creer en el fútbol.
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Deportes - La Estrella

Sin duda que uno de los grandes refuerzos de la temporada pasada en San Marcos de Arica fue el golero Nery Veloso.

Desde un principio el experimentado exseleccionado chileno, se destacó, incluso salvando partidos con sus atajadas de jugadas de gol y hasta tapando penales.

Todo este buen rendimiento no pasó inadvertido para los medios nacionales y hace un par de días el arquero se confesó con Emol.com, revelando cómo se reencantó con el fútbol.

El capitán de San Marcos de Arica, antes de arribar a la ciudad, lo pasaba muy mal.

Después de un complejo paso por Santiago Wanderers, al portero nacional se le terminó su contrato y tuvo que esperar por una oportunidad.

Se levantaba cada mañana a entrenar con la ilusión de tomar su teléfono y tener una llamada.

Con la esperanza de poder demostrar porqué, en sus inicios, fue fichado por Colo Colo y la U e incluso estuvo en la selección chilena de Marcelo Bielsa.

Pero esa chance se demoró en llegar casi dos años.

"Se me cerraron las puertas de todos lados. Tuve opciones en México y Bolivia, pero no se dio. Era todo súper raro, pero me mataba entrenando. Yo sabía que en algún momento se iba a abrir una puerta y gracias a Dios tuve la fuerza de aguantar un año y 10 meses, no bajar los brazos y creer en mis condiciones. Había gente detrás mío que me levantaba", reveló el meta chileno, quien hoy tiene 32 años.

A pesar de ese duro golpe, Veloso no se rindió.

Aguantó estoico, luchó más fuerte aún para regresar al profesionalismo y, aunque la situación era adversa, nunca pensó en dejar el fútbol.

La oportunidad

"Jamás se me pasó por mi cabeza. Me levantaba cada día a entrenar para que una puerta se abriera. En mi mente nunca estuvo la palabra retiro. La gente que me entrenaba creía en mí. Por eso estoy muy agradecido de Independiente de Cauquenes, que me permitió entrenar con ellos. No entendían que no tuviera club. Pero así es la vida, hay que saber levantarse en los momentos difíciles. Gracias a Dios tengo una familia espectacular", expresó.

A vender de todo

Veloso recuerda que esos años le sirvió para aprender a valorar la vida, la familia.

"Me tocó vender en la calle y yo feliz. A veces había gente que se sacaba fotos conmigo. La gente no entendía nada, pero yo entendía que había un propósito detrás de esto, que era que yo me iba a levantar, que tenía la fuerza. Hay todo tipo de personas, unos que se reían de tu condición. La vida es así, en los momentos buenos, todos van a querer subirse al carro y en los malos, habrá gente que se va a reír de ti, que va a querer verte hundido y sin fuerzas para entrenar. A mi me fortaleció para levantarme cada día", confiesa.

Sobre esos tiempos menciona que "vendía completos, waffles, mariscos, de todo. Me he dado cuenta que cuando me retire del fútbol, ahí está mi rubro. La gastronomía me encantó. En la calle se sufre un poco, te echan, pero es parte de la vida".

El llamado

Después de no bajar los brazos, de hacerle el quite al retiro y de incluso rechazar una oferta de Cauquenes por "respeto" a los porteros que tenía ese club, por fin Veloso recibió un llamado. San Marcos de Arica, que estaba en Segunda División, requería de sus servicios. No lo pensó dos veces.

Se vino al norte y, a pesar de estar casi dos años sin competir, Nery fue figura, fue el arco menos batido del campeonato y consiguió el ascenso a Primera B, después del bullado fin de torneo del año pasado.

El arquero hace un balance y afirma que "fue un año maravilloso. El club es perfecto, paga al día, a veces paga antes. San Marcos creyó en mí. El año pasado hice una gran campaña, salí elegido el mejor arquero del campeonato. Se notó en la confianza que me dio el entrenador, fue fundamental para retomar el nivel. Cuando me contrataron, Felipe Cornejo, el técnico, me dijo: 'Yo te llevo a Arica, pero tienes que ser el arquero menos batido, por la calidad que tienes'. Y así fue, tal cual. Él me dio la confianza".

Ahora entrena a la distancia y sólo espera volver a ponerse los guantes y atajar por el Bravo.

"Me levantaba cada día a entrenar para que una puerta se abriera, en mi mente nunca estuvo la palabra retiro".

Nery Veloso