Con barro y tambores Tumba Carnaval desenterró a su Ño Carnavalón
Al son del tumbe practican tradición de raíz andina en el valle de Azapa.
A pies descalzos, con harina en la cara y barro en el cuerpo, la comparsa Tumba Carnaval desenterró a su Ño Carnavalón tras un año de descansar bajo tierra del valle de Azapa.
Al son del tumbe la comunidad se trasladó desde "la Corvachada", terreno de la familia Corvacho, hasta el cerro que guardó a este personaje que representa a los ancestros de la comparsa afrodescendiente.
El juego de la challa como es tradición es con harina agua del río y barro.
Tradición
Ignacio Carrasco, co-director de los músicos de la comparsa, explicó que el sector donde se reúnen a realizar esta tradición, pertenece a una familia muy importante para la comunidad afrodescendiente.
"La familia Corvacho es una de las que rescató mucha historia oral de las tradiciones de la gente negra de este sector".
Los Corvacho facilitan el espacio para que la comparsa comparta en familia la tradición del desentierro y juegue a la challa.
"El abuelo Ño Carnavalón o simplemente Carnaval, simbolizan el carnaval y los ancestros, desde la raíz del pensamiento indígena. Los desenterramos, bajamos jugamos a la challa, festejamos reímos y compartimos", explicó el joven.
Al igual que la tradición andina, la comunidad Afro traslada a su Abuelo a la ciudad el martes de Challa, lo celebra una semana y luego el domingo lo vuelve a enterrar con los personajes de la viuda y la comadre.
Gustavo del Canto, músico de "Los Barrileros", explicó que este personaje fue interpretado por primera vez por Nelson Corvacho.
"En el 2003 o 2004, Nelson Corvacho empezó propagar esto de volver enterrar al Carnavalón, porque se hacía por la comunidad afro cuando esto era Perú, pero con la chilenización se dejó de hacer. Él se vestía de viuda y Zulema Corvacho era la comadre. La viuda era la esposa del Carnavalón y la comadre era quien la consolaba, pero al final termina siendo la amante y se ponen a pelear, es teatral".
"Se piensa que esta fiesta es propia de la comunidad indígena, pero los afrodescendientes comparten mucho con el mundo andino, aquí trabajando con la tradición, no se está ajeno porque es parte del calendario ritual de toda la región", agregó Ignacio.
Diferentes comunidades afro tienen su propio Carnavalón: Palenque lo hace en la playa, mientras que Lumbanga y Oro Negro, lo celebran en el barrio negro de San Miguel de Azapa.
Familiar
Lorena Santana, participa hace tres años en la comparsa porque su hija mayor es músico y su hija menor baila. Este es el segundo año que participa en la semana de carnavales.
"Es un espacio comunitario, donde la gente se conoce, comparte y los une la danza y la música. Estoy contenta, lo paso bien, se crean vínculos y es bonito, mis hijas sobretodo la pasan muy bien".