No recuerdo exactamente, pero hace 20 años (más o menos) se instaló cerca de nuestra casa, un restaurante de comida China. Fue una novedad y felices fuimos a comprar los desconocidos arrollados primavera, mientras la Chinita hablaba de forma lenta un español que se entendía sólo por momentos. Hoy, todo el corto relato anterior, es solo una imagen añeja. En todos los barrios hay comida China y China esta en todas partes. En los mares del Océano Índico, peleando África contra la vieja Europa, en las ex repúblicas soviéticas y un barrio de Padre Hurtado. Es complejo no mirarlo como un ajedrez, cuando hace 30 años vivíamos en Guerra Fría. De a poco, el mundo está volviendo a los bloques y los países está tomando decisiones. Europa ya decidió aceptar la inversión que no se mezclara con las industrias estratégicas. Estados Unidos llamó a una Guerra Comercial. Hoy se habla sobre Huawei. A veces pienso que todo se traduce en elegir entre Occidente o Beijing, dentro de la lógica bipolar de la cual nos acostumbramos a vivir.
Es complejo responder cuando nos pregunten de que lado estaremos.
Mientras creo que esperare se acabe mi licencia, para saber que es mejor con el vino tinto: una hamburguesa o un arrollado primavera.
Cálculo de déficit de viviendas
Mientras la cifra oficial (MINVU) de déficit de viviendas nuevas es del orden de 400 mil, la de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) llega a casi el doble (739 mil). Esta diferencia, de acuerdo al MINVU se debe a que la Cámara considera tanto aquellas viviendas que necesitan mejoramiento como el requerimiento de viviendas nuevas (por allegamiento u otros).
Sin embargo, el mismo reporte de la CChC detalla que el 42% de las viviendas nuevas que se necesitan, es por un deterioro. Considerar que esas 313.943 viviendas deben ser reemplazadas por nuevas. Esta afirmación ignora que existen subsidios tanto para mejoramiento como de ampliación, que permiten a las familias interrumpir el natural deterioro y adaptarse a una nueva composición formal.
El criterio de la CChC también niega que una familia que mejora o amplía su vivienda, mantiene sus redes, su estilo de vida y puede muchas veces mantenerse en mejores ubicaciones que las periféricas ubicaciones disponibles actualmente.
Es comprensible el interés de la CChC de plantear una cifra mayor, pues refleja su finalidad evidente: crear una falsa sensación de carencia, a fin de construir más viviendas.
Esta cifra artificial, agranda un problema que ha sido combatido largamente por el Estado y que hoy se aborda de manera cualitativa y cuantitativa, respetando a las familias.
Maximiliano Hidalgo Ederman
Cientista político
Susana S. Valdés
Historiadora