Didier no volvió arrepentido, ni con las orejas mordidas, ni el hocico partido
El perro del OS-7 que desapareció la madrugada del domingo 11, llegó por las suyas a la Tenencia de Cuya.
Harto se especuló en medio de la bipolaridad que a veces confunden las redes sociales que Didier, el perro antidroga del OS-7 que escapó la madrugada del domingo 11 desde la unidad policial de Cuya, ya había vuelto a su hogar el fin de semana pasado.
Pero lo cierto es que recién poco antes de las 7 de la mañana de ayer, y cuando aún no aparecían los primeros rayos de sol por esa localidad rural, Carabineros divisó a un ejemplar canino que era bien similar al tan famoso Didier.
Medio desorientado y con menos peso, pero caminando como si fuera a su casa, el animal se acercó hasta el portón de ingreso al recinto, donde al ver la puerta abierta por los uniformados, se acercó de inmediato a la pieza de su guía. Era Didier.
"La guía, quien se encontraba de servicio en Arica, reconoció de inmediato a Didier, por una fotografía que le enviaron los funcionarios policiales a su celular, pero se cumplió con el protocolo de identificación del chip, el que comprobó que se trataba del can experto en búsqueda de drogas, por lo que la funcionaria viajó de inmediato hasta Cuya, donde se produjo el reencuentro", explicó el teniente coronel Claudio Hermosilla, jefe del OS-7.
"Queremos agradecer como Institución, el cariño y el apoyo de la comunidad, quien se unió a través de estas plataformas, a nuestra búsqueda", agregó.