Amediados de la década de los 80, y justo cuando su familia recién recibía casa en la cuarta etapa de la entonces Población 11 de Septiembre, la señora María Inés se encariñó harto con una vecina de 12 años del pasaje Los Misioneros, cuyo nombre era Fabiola, pero le decían Lola.

Pero el tiempo pasó y la señora Mané nunca más supo de la adolescente, hasta hace dos semanas, cuando de súbito, se reencontraron en un almacén de Capitán Ávalos, a una cuadra de la Población Santa Rosa, donde ella vive.

La mañana del domingo, y en la puerta de la casa de la mismísima señora María Inés, esa joven a quien tanto aprecio le tuvo hace más de tres décadas, y de nombre Fabiola del Carmen Peralta Monroy (44), apareció sin vida en el cortísimo pasaje Requinto, de dos casas y 33 metros de largo.

"Hace un par de días, cuando nos topamos, no la reconocí, porque estaba bien cambiada, más delgada, bien demacrada, porque parece que se había metido en la droga; pero ella me ubicó altiro, lo que de igual me puso contenta. Ahora estoy aún en shock", contó la pobladora.

Autopsia

Por orden del fiscal Daniel Valenzuela, la Brigada de Homicidios (BH) y el Laboratorio de Criminalística de la PDI llegaron al lugar para determinar la causa de muerte de la mujer.

"Una vecina del sector escuchó unos quejidos en la noche y en la mañana, cuando salió de su casa, notó que el cuerpo no tenía signos vitales, lo que fue corroborado por funcionarios del Samu. En cuanto a la causa de muerte, según los antecedentes aportados, la víctima fatal padecía de varias enfermedades crónicas, como también de adicción, por lo que creemos que una falla multisistémica es su causa preliminar de muerte", explicó el subprefecto Carlos Bartheld Loayza, jefe de la Brigada de Homicidios en Arica.

Ya cerca del mediodía, personal del Servicio Médico Legal trasladó el cuerpo de la mujer hasta ese recinto, para determinar la causa exacta de muerte que arrojará la necropsia.

En tanto su familia ya tomó conocimiento del caso.