Ariel demostró que con motivación y alegría todo es posible
El joven superó la obesidad mórbida infantil que tuvo desde los siete a los 18 años. Luego de dos años de tratamiento, sus kilos de más se transformaron en metas que siempre se propuso, entre ellas ser animador incluso del Carnaval.
A pesar de que durante todo la enseñanza básica y media mantuvo sobrepeso y se "comía sus problemas", Ariel decidió dejar atrás los kilos que hacían peligrar su salud y autoestima. Dos años de determinación y de apoyo médico interdisciplinario fueron los que pasaron para que bajara de 120 a 75 kilos.
Por más de 10 años el joven padeció obesidad mórbida infantil, la cual le provocó resistencia a la insulina y colesterol alto. Hoy es un activo estudiante de deportes y recreación quien está realizando su práctica, pero además es uno de los animadores de eventos más joven de la ciudad: se desempeña en el programa de tv "A la previa" y este año participó en el Carnaval con la fuerza del sol.
"Siempre tuve sobrepeso, pero cuando murió mi mamá se me descontroló, eso fue cuando tenía siete años".
La madre de Ariel falleció de cáncer y su hermana fue la figura materna quien estuvo con él.
"No fue tan trágico en términos de sufrir, pero los sicólogos decían que yo llenaba ese vacío con la comida. Subí de peso y me diagnosticaron prediabetes o resistencia a la insulina y el colesterol alto, de hecho me decían que si seguía así iba a durar hasta los 25 años".
Al cumplir 18 años Ariel se atendió con el doctor Marcos Mella, quien le dio un tratamiento en base a pastillas, dieta, ejercicio y psicólogo, "era un plan conjunto. Cuando cumplí 18 no me sentía cómodo con mi cuerpo, no me sentía bien porque quería otra cosa de mi vida".
La única consecuencia con la que carga es la de la piel que quedó suelta después de bajar de peso, lo cual trata de remediar usando faja, pero la única forma de remediarlo es con cirugía.
Baile
Ariel se considera una persona mala para el ejercicio, pero siempre tuvo motivación y el baile fue quien lo acompañó en esta lucha por bajar de peso.
"Me dediqué al baile, hacía zumba en la sede del barrio y eso me ayudó en mi vida. La verdad nunca demostré sufrir por ser gordo, siempre fui alegre, tenía personalidad para bailar en eventos del colegio.
En la básica sufrió de bullying y pensó que iba a ser peor la media, pero fue todo lo contrario porque compartía con sus compañeros e incluso lo sacaron rey del curso.
"Siempre fui el gordito que bailaba. De ahora en adelante tengo que ir siempre al gimnasio para mantener el peso, pero no soy de hacer pesas o cosas así, prefiero meterme a las clases que haya, sea zumba o cualquiera que tenga movimiento, música o ritmo. Me gusta compartir con la gente, el baile siempre me ayudó". Decidió estudiar deportes y recreación por su inclinación por el mundo del espectáculo y sus aptitudes sociales con la gente.
Cambio de vida
Ariel ahora se atreve a hacer las cosas que le gustan, desde niño siempre le llamó la atención animar y bailar, cosas que hacía con sus cercanos, pero no con gente que no fuera de su círculo.
"Cuando empecé a bajar de peso, pesqué el micrófono, salí a los escenarios y me puse a bailar, cambié mi vida y hago cosas que llenan sobre todo con una imagen que a mí me gusta. Las oportunidades no llegan, uno debe buscarlas".
El joven que hoy tiene 20 años, dijo que el ser obeso es complicado por las enfermedades y el trato social, "muchas veces te marginan por tener kilos de más, pero los adolescentes deben evitar sufrir por eso, deben aprender a vivir con ello, sonreír y no les debe importar lo que piensan los demás. Hay que atreverse a hacer cosas".