Es tradicional en nuestro país y en América Latina el culto a la Madre del hijo de Dios. En el caso de la Virgen de la Tirana, cuenta la historia que era una joven destinada al culto del pueblo y tenía que ser Virgen. Con la llegada de los Españoles, se unió con uno de ellos, lo que motivó por parte de los cultores su muerte. Pasaron los días y de pronto aparece una imagen en una cueva y era la imagen de la mujer virgen que había perdido la vida y el pueblo asombrado la nombró la aparición de la Virgen de la Tirana, en el fondo representando a la Virgen María. Su veneración produjo milagros y empezaron las ceremonias y rituales de los bailes religiosos.
La gente de Iquique, tenía agrupaciones de bailes religiosos de distintos nombres y mi familia pertenecía a los "Pieles Rojas" y todos los años íbamos a su fiesta. Su culto fue autorizado por la iglesia católica y en estos momentos más de un centenar de bailes religiosos venidos de todo el continente han acudido a saludar a la Virgen con sus cantos y sus bailes. Mucha gente paga mandas, algunos se van a pie, otros desde la cruz del calvario, van de rodillas o arrastrándose hasta llegar al altar. La única agrupación de baile que puede sacar la imagen de la Virgen en una tarima, es el Baile de los Chinos, pues en una ocasión otro baile intentó hacerlo, pero le fue imposible y finalmente debieron hacerlo los Chinos y sin problema la virgen fue sacada como de costumbre.
Hoy ha manifestado su milagro, cuatro jóvenes se accidentaron en su vehículo en el camino de Hospicio a Iquique, chocaron contra un muro y se dieron vuelta, llegaron los carabineros y los rescataron ilesos. Otro caballero, desahuciado terminal y de edad avanzada, dijo "No moriré hasta ver a la Carmelita", sus familiares lo llevaron con sacrificio y una vez frente a la Virgen, exhaló.
Desde estas columnas pido bendiciones para quienes hacen posible su publicación para decir ¡Gracias Virgencita de la Tirana, tú estás con nosotros, protege a nuestra patria y a todo el continente y que en el mundo cese la violencia, para que predomine el amor de tu hijo Jesús, que tú trajiste al mundo..
Jorge Díaz Pacheco