Parta bien el 2017 y aprenda cómo hacer un presupuesto en pasos simples
Primero, debe sumar sus ingresos anuales y, luego, restar todos los gastos que espera tener al año, tales como vivienda, comida, transporte y educación. Si el saldo es negativo, debe apretarse por algún lado. Y si da justo, trate de ajustarse un poco más, y así dejar espacio a los imprevistos. Y ojo con los "gastos hormiga", que también pueden dañarlo.
Jonás Romero Sánchez
"Básicamente, si uno gasta más de lo que tiene, va a terminar endeudándose". Ésta es la máxima con la que la economista y académica de las Universidad Finis Terrae, Luz María Koch, resume la importancia de generar un presupuesto para controlar las finanzas personales.
Y aunque esta palabra se escuche a menudo, ¿realmente sabe qué significa? Una de sus definiciones es, precisamente, el "conjunto de los gastos e ingresos previstos para un determinado período de tiempo".
"Es decir", resume Koch, "se trata de un cálculo donde se toman en cuenta todos los gastos reales y, luego, los ingresos que tiene la canasta familiar, ya que los ingresos pueden venir desde los distintos integrantes de la familia".
"Si el balance resulta negativo, significa que debes replantear el presupuesto. Cualquiera que gasta más de lo que tiene, eventualmente, quebrará", recalca Koch.
Cómo empezar
"Siempre hay que hacer presupuestos anuales", afirma el economista y académico de la Universidad Mayor, Felipe Berger.
"Porque hay meses con más gastos que otros, y estos deben ser considerados antes", dice.
"Entonces, hay que tomar en cuenta y separar en ítems todos nuestros gastos: Comida, vivienda, educación, transporte y otros. Luego, considerar cuánto invertiremos en ellos por mes (considerando, por ejemplo, que en marzo destinaremos un poco más en Educación respecto de los otros meses), y, luego, realizar la suma anual", dice.
Después, lo que hay que hacer es sumar todos los ingresos del hogar, y comenzar a "jugar", distribuyendo este monto en los gastos que ya identificamos.
"Si el balance termina en negativo, es decir, gastamos más de lo que ganamos, hay que recortar gastos. De lo contrario, es fácil entrar en la espiral del endeudamiento", dice Koch.
Distribución ideal
Según Koch, es probable que si ganamos 100, el gasto mensual se distribuya así: 50 para vivienda (arriendo o dividendo), 20 para educación, misma cifra para alimentos, y un 10 en transporte.
Koch dice que, "aunque sea difícil, debido a la realidad de los hogares chilenos", el ideal es apretar alguna de estas categorías, para destinar "un porcentaje del ingreso a cubrir eventualidades como accidentes, arreglos en el hogar o incluso la pérdida de trabajo, entre otros. Eso se llama Fondo de Emergencia".
Emergencias
¿Y cuánto debe apretarse para guardar por eventuales imprevistos? "Lo correcto, o 'sano', sería dejar el 10% para un fondo de emergencia, pero con ciertas realidades, donde a duras penas el gasto se ajusta a los ingresos, se entiende que esto sea difícil de lograr", reflexiona Berger.
Pero Koch advierte: "Pero hay que tener ojo, porque cuando llega el imprevisto, y no estamos preparados, empieza el endeudamiento".
Gastos hormiga"
Por último, los expertos advierten que, al elaborar presupuestos, hay otros ítems que se suelen pasar por alto, que son los gastos hormiga.
Estos incluyen los cafés, bebidas y dulces que se compran al pasar, al igual que cigarros.
"El gasto reiterado, aunque sea en pequeñas cantidades, desestabiliza cualquier intento de presupuesto", finaliza Berger.
"Los presupuestos deben ser anuales. Porque cualquier persona que gasta más de lo que tiene al año, eventualmente, quebrará".
Luz María Koch, académica de la Facultad de Economía y Negocios de la U. Finis Terrae.