Dentro de muy poco asumirá el nuevo alcalde y los concejales que le acompañarán en el período ¿Más de lo mismo? ¿Será distinta la manera de administrar la comuna? El tiempo es el único que puede responder, porque las personas podemos tener buenas intenciones, sin embargo los Haceres brotan de los surcos que trazamos con nuestras acciones en la tierra del día a día y todos sabemos que la siembra en el campo de la vida es regada inevitablemente con las circunstancias.
Ojalá que ellas sean afines con las voluntades empeñadas en alcanzar los logros y solidarias con la buena fe que la nueva autoridad trae consigo.
Quiero creer que esta administración que llega con los votos de la mayoría de los ciudadanos que decidimos participar en esta ocasión en el proceso eleccionario, utilizará como conducta de Entrada los aciertos y desaciertos, lo apreciable y lo que no lo es, de la obra que entrega la autoridad saliente para así pretender mantener y mejorar lo bueno, corregir lo erróneo y eliminar definitivamente lo malo.
Es de esperar para bien de nuestra comunidad aparentemente tantas veces engañada, golpeada, robada y maltratada, que el inicio de esta nueva gestión brote de un necesario análisis tanto objetivo como claro y de una revisión propicia de todo aquello con lo cual se deja funcionando el municipio en el mundo de la salud, de lo social, de lo educacional, entre otros. No hacerlo permitirá que en el transcurso del período - de acuerdo a la experiencia que nos ha tocado vivir ya varias veces en esta comuna - no se pueda definir las responsabilidades por lo que pudiera constituirse como no deseable, innecesario e injustificable. Hay pecado de acción y también de omisión y el que calla, otorga.
Tengo la impresión que de esta administración Edilicia se espera mucho, porque obviamente quienes hemos nacido o enraizado en este terruño formando familia, ansiamos con desesperación una razón que impida que los jefes de familia y/o sus hijos mayores, se sigan yendo a otros lugares para establecerse porque acá no existen posibilidades ciertas que den confiabilidad. Todos esperamos presenciar un gobierno comunal diferente en cuanto a lo que se entiende por "ciudad para que la familia viva y se desarrolle en ella:" con progreso cierto, justicia social - seguridad, salud apropiada para la ciudadanía vulnerable y una Educación con felicidad, equitativa y de calidad para los hijos y los nietos, construida en un ambiente laboral sano, de paz bienhechora y comprensión motivadora para pretender en el fin último, formar niños felices.
Arturo Yévenes Acuña