Destrucción de señales viales
Las señales de tránsito son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema vial. Son los elementos que guían, permiten, prohiben, informan, advierten y que, en general, dan a conocer las disposiciones y reglamentos aplicados en las calles, caminos y carreteras. Sin ellas, la conducción y el tránsito en general, podrían ser un caos y fundamentalmente, un enorme peligro.
Es por eso que resulta grave conocer que anualmente, Arica sufre pérdidas millonarias debido a la destrucción de señalética de tránsito. Desde el gobierno comunal, se estima en unos 35 millones los daños de estos elementos.
Quienes perpetran estos verdaderos atentados no toman en cuenta las consecuencias que tiene el destruir y dañar señales, consecuencias que pueden afectarlos incluso a ellos. La falta, por ejemplo, de una señal pare, puede motivar accidentes muy graves. Lo mismo con otros signos de tránsito similares. Algo parecido puede ocurrir con las señales que dan a conocer los nombres y sentidos de las calles. En un primer aspecto, la ausencia de información sobre el sentido del tránsito en una vía puede llevar a accidentes. Y en otro, la desinformación puede dificultar enormemente el hallar direcciones y domicilios.
En términos turísticos y patrimoniales también puede haber perjuicios importantes para la ciudad. El rayado, alteración de destrucción de señales hace que Arica se transforme en una ciudad desordenada y poco hospitalaria ¿De qué sirve tener hitos patrimoniales si los turistas no saben cómo llegar o dónde estos se encuentran? Es esperable la pésima impresión, la mala imagen que proyecta una ciudad cuyas señales destinadas a ayudar a los visitantes se encuentran dañadas, alteradas o destruidas.
Si bien la Ley establece sanciones para este tipo de conductas, el alterar, dañar, robar o destruir las señales de tránsito y la señalética vial, el problema se mantiene y sigue provocando todos los perjuicios antes expuestos. Por lo pronto, queda a la mano sólo la denuncia y esperar que las autoridades mantengan los esfuerzos para reponer y mejorar las señales de tránsito dañadas.
¿Qué dijo el FMI?
Titulares de diversos medios (muy respetables), informaron que, "insólitamente", el FMI habría criticado al neoliberalismo y pensé que, esto sí, es el fin del mundo. Casi en shock leí el artículo en el que tres autores, funcionarios del FMI, en Finance & Development, Junio 2016, cometían tal sacrilegio. Más tranquilo, leí que los propios autores aclaran, lo obvio, el término "neoliberalismo", que usan en el título, no es más que una de las etiquetas que utilizan los críticos a las economías de mercado.
Además, en verdad ellos escriben sobre los efectos indeseables de las políticas de apertura de la cuenta de capitales en contexto de tipo de cambio libre. Algo muy específico y conocido.
Usan como ejemplo de "agenda neoliberal" a Chile desde los 70 en adelante, pero advierten que en plazos tan largos las comparaciones son difíciles. De hecho a fines de los 90 Chile pasó de un sistema de flotación sucia a uno de tipo de cambio libre. Tal como decía un servidor en esos años, el tipo de cambio libre introduce riesgo que repercute en toda la economía y, muy a la moda, también afecta la distribución del ingreso.
Los autores terminan alabando las políticas de restricción a los flujos financieros de corto plazo (el encaje), que implementó Chile en algunos períodos y que el propio FMI denostara en su tiempo, por considerarlo discriminatorio (¿?).
En síntesis, se trata de un artículo liviano, previsible y frívolo pues en efecto, el título y la introducción sugieren una crítica política y filosófica a un conjunto (mucho más) amplio de políticas que no son ideológicas. De hecho la opción por un tipo de cambio libre, que adoptó Chile en 1999, se fundó en evidencia empírica que mostraba que las economías con tipo de cambio libre resistieron mejor la crisis asiática que aquellos con otros regímenes cambiarios.
Pero preocupa que el FMI publique artículos que parecen orientados a aumentar los clicks de su página web. Eso dice más.
"En síntesis, se trata de un artículo liviano, previsible y frívolo".
Fernando Cabrales, Economista