"...Yo puedo"
Alrededor de una tercera parte de todos los cánceres se puede prevenir. Así lo afirmaba el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Ban Ki-Moon, al entregar su mensaje en el Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero en todo el planeta, como una manera de fomentar medidas preventivas y de conciencia sobre este mal.
Otros tipos de esta enfermedad "pueden curarse con el diagnóstico y el tratamiento tempranos. Incluso cuando el cáncer está en una etapa avanzada, los pacientes deben recibir cuidados paliativos", continúa el líder de la ONU, reforzando así la idea que aporta el llamado de este año a este respecto: "Nosotros podemos. Yo puedo".
Tanto la ONU como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han enfatizado la necesidad de cuidar los estilos de vida para evitar que aquellos tipos de cáncer que efectivamente se pueden prevenir, aparezcan, dejando así una trágica estela entre quienes los desarrollan.
Y es que de acuerdo a la OMS, en 2012 se registraron 8,2 millones de nuevos casos y estima que esa cifra subirá a 22 millones anuales en las próximas dos décadas. Esto, especialmente si individualmente no comenzamos a tomar medidas.
Cerca de un 30% de las muertes se deben a cinco factores de riesgo tanto de conducta como en la alimentación: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol. Se trata de aspectos culturales que en buena parte depende solamente de decisiones personales.
El cáncer no sólo representa un problema de salud pública que demanda altos costos para los estados, sino que también es una enfermedad catastrófica en términos personales y familiares. En el fondo, una catástrofe a la que se puede hacer frente.
No se trata de un mal que discrimine, sino que más común de lo que por lo general se considera y al cual todos estamos de una u otra manera expuestos. Por eso, es vital que reflexionemos sobre el "Nosotros podemos. Yo puedo", pensando en que la prevención y la detección temprana pueden salvar vidas.