El arte como una salida

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Yo comprendo a los jóvenes que, rebelados contra la implacable vulgaridad del mundo, quieren salvar algo bello e ideal. Mi consejo humilde de hombre maduro es que canalicen ese anhelo hacia el arte y no hacia la política, donde el idealismo de la mano de la vehemencia juvenil causó siempre demasiado mal.

Claudio Palavecino Cáceres