Sede vecinal sufre de deuda histórica y no puede surgir
La actual administración acusa de abandono de la sede por la anterior directiva, teniendo que pagar una deuda que llega a los $30 millones.
La sede de la Junta Vecinal número 3 Olivarera, una de las más antiguas de Arica, ha experimentado una serie de polémicas entre la antigua y la nueva directiva, donde los miembros de la nueva administración aseguran que recibieron la sede con una serie de desperfectos, daños y una enorme deuda que no les ha permitido postular a proyectos para mejorar el barrio.
Según relató María José Corrales, actual presidenta del vecindario, "el día 4 de julio de este año asumimos la nueva directiva, después de 15 años en que se vio envuelta con las mismas personas en los cargos, a lo que la junta vecinal no estuvo presente para los vecinos, fue olvidada pese a ser una de las históricas de Arica. Vimos la destrucción total de nuestra sede, los muros estaban destruidos, los baños, la sede se mantuvo cerrada".
Por ello, la administración actual juntó los documentos con los que se habían ganado proyectos durante el tiempo de la anterior administración para presentarlos al alcalde. "El alcalde nos presentó con su abogada, con Josefina Prado, y ella nos preguntó todas las cosas malas que estaban pasando y con eso pudimos, entre comillas, avanzar para que se abriera una investigación", comentó la presidenta.
Implementos
Al ingresar a la sede, la directiva indicó que, según los documentos que reunieron, faltaban muchas implementaciones de supuestos proyectos dentro de la sede: cocinas, refrigeradores, computadores, escritorios y balones de gas, entre otros. Solo hallaron cuatro mesones y 40 sillas.
Actualmente, la sede tiene pendientes deudas que quedaron de cuatro proyectos, donde uno de ellos suma un total de nueve millones de pesos, lo que impide a la directiva postular a nuevas iniciativas para el arreglo del vecindario y de la propia junta vecinal.
Lucy Cortez es una de las vecinas que vive frente a la sede. "A nosotros nos iban a quitar la sede por culpa de la directiva anterior, hemos tenido problemas e incluso la deuda la tenemos que pagar nosotros. La junta vecinal está con el castigo. Si no pagamos nos cerrarán todas las puertas, no podremos postular a proyectos".
Por su parte, Nelson Villagra agregó que "los vecinos en vez de controlar a la directiva se dejan aplacar. Deberían pedir boleta, tener las cuentas claras y esta gente se aprovecha, estuvimos a punto de perder la sede, porque no se fiscalizó como correspondía".
En total, la directiva señaló que la deuda alcanza los 30 millones de pesos.
Orientación legal
Freddy Flores, anterior presidente de la junta vecinal se refirió a las acusaciones, señalando que el deterioro de la sede venía desde mucho antes que él asumiera la directiva, lo que complicó gravemente su administración, donde acusó de no contar con el apoyo ni la participación de los vecinos para solucionar los problemas que existen en el vecindario.
Por su parte, desde la municipalidad indicaron que el alcalde se comprometió a ofrecer ayuda en forma de orientación legal sobre este caso, ya que como municipio no pueden interferir en un problema interno, pero que al investigar el caso, el abogado de Dideco, Alejandro Pincheira, detectó que este caso se encuentra en su curso legal para dar solución a la deuda económica que la sede mantiene.
La voz de los vecinos
María José Corrales, presidenta
"La junta vecinal no estuvo presente para los vecinos, vimos la destrucción total de nuestra sede, los muros estaban destruidos, los baños".
Lucy Cortez
""A nosotros nos iban a quitar la sede por culpa de la directiva anterior, incluso la deuda la tenemos que pagar nosotros".
Nelson Villagra
"El anterior presidente malversó muchos dineros por lo cual estamos castigados, el problema que nos dejó es grande".