Editorial
León XIV
La elección de León XIV como nuevo Papa ha generado un impacto que trasciende el mundo católico. No solo por el momento -tras la muerte del Papa Francisco y en plena incertidumbre global- sino por el hecho inédito de que el nuevo líder de la Iglesia católica es norteamericano.
El dato, en sí mismo histórico, adquiere aún mayor simbolismo al coincidir con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Que el Papa y el presidente de la principal potencia mundial provengan del mismo país no es un hecho menor. Hasta ahora, el Vaticano había evitado cuidadosamente que el papado recayera en una superpotencia.
La elección de Juan Pablo II, polaco; de Benedicto XVI, alemán; y de Francisco, argentino, respondía a un equilibrio político y espiritual que buscaba representar a la Iglesia como una institución global, no nacional. Con León XIV, esa lógica cambia.
Su elección marca un giro con múltiples interpretaciones. Por un lado, puede leerse como un gesto de apertura hacia el peso creciente del catolicismo en Estados Unidos, que hoy cuenta con más de 70 millones de fieles, muchos de ellos latinos, y una jerarquía que ha ganado influencia.
León XIV tendrá que navegar estas aguas con habilidad: no puede permitirse ser percibido como "el Papa de Trump" ni como su adversario político, pero sí como una figura moral autónoma. Además, el escenario internacional exige liderazgo.
La Iglesia católica ha sido una de las pocas instituciones capaces de hablar a la vez con Moscú, Washington, Pekín y Teherán.
La Iglesia perdería su valor como mediadora creíble si rompe aquello. Su desafío, por tanto, no es solo eclesial: es también geopolítico.
Recién León XIV ha comenzado su pontificado, pero sin duda que con su perfil pastoral y su postura en temas como la pobreza y la inmigración, está destinado a realizar un aporte significativo desde el Vaticano en post de las causas nobles en el mundo, poniendo siempre por delante el amor al prójimo sobre todo.
"La Iglesia Católica ha sido una de las pocas instituciones capaces de hablar a la vez con Moscú, Washington, Pekín y Teherán".