Editorial
Envejecimiento exitoso
Envejecer bien es un privilegio, no un derecho garantizado para todos. Aunque organismos internacionales han impulsado la idea de un "envejecimiento exitoso", donde se promueve una vejez activa, saludable y autónoma, esta narrativa olvida la profunda desigualdad que caracteriza a nuestro país, donde esta visión no sólo es inalcanzable para la mayoría, sino que también es profundamente injusta y nociva.
En Chile hay 3.449.362 personas mayores (60 años y más), lo que representa un 18% de la población. A su vez, la esperanza de vida al nacer ha aumentado más de tres años entre los quinquenios 2000-2005 y 2020-2025, al pasar de 77 años a 80,7 años y el fenómeno de envejecimiento seguirá acrecentándose.
En este escenario, las pensiones son un problema, pues, en muchos casos, son tan bajas que obligan a las personas mayores a continuar trabajando o a depender de redes familiares que, muchas veces, no pueden ofrecer el apoyo necesario.
En este contexto, hablar de "envejecimiento exitoso", puede ser una ironía, sino que invisibiliza el verdadero problema: un sistema de pensiones que castiga a los más vulnerables y una sociedad que los ve como una carga. La desigualdad estructural no se desvanece al llegar a la tercera edad; más bien, se profundiza.
El sistema actual no sólo condena a la precariedad a las personas mayores, sino que además refuerza la narrativa de que aquellos que no logran envejecer "exitosamente" son responsables de su situación.
En otras palabras, el envejecimiento exitoso es más que la ausencia de enfermedad y es más que el mantenimiento de la capacidad funcional. Ambos elementos son importantes, pero es su combinación con la participación activa en la vida lo que representa el concepto de envejecimiento exitoso con más detalle.
Es una narrativa injusta, que culpa a los individuos por no haber hecho lo "suficiente" durante su vida laboral, sin tener en cuenta las enormes barreras estructurales que enfrentan y de las que seguimos sin hacernos cargo: lagunas previsionales, periodos de desempleo y, sobre todo, bajos salarios.
"El envejecimiento exitoso es más que la ausencia de enfermedad y es más que el mantenimiento de la capacidad funcional".