Devotos ariqueños se trasladaron a la celebración de San Lorenzo en Tarapacá
La devoción de los promesantes al patrono de los mineros se mantiene viva y dinámica.
Redacción - La Estrella
Fueron miles de peregrinos juntos a 43 sociedades religiosas, quienes con una semana de antelación llegaron para estar presentes en la celebración a San Lorenzo, ahí, en el santuario ubicado en el corazón de la quebrada de Tarapacá.
Entre ellos, bailes promesantes de Arica, quienes se trasladaron juntos a sus familias, al igual que otros núcleos que en el mismo día del santo, desafiaron las altas temperaturas a eso del mediodía, para peregrinar desde el cruce a Huarasiña, y caminaron los 10 kilómetros para estar ante la imagen del Lolito.
Fueron dos horas de caminata, por el centro histórico de la quebrada, con atoches vehiculares, pero principalmente con muestras de devoción de muchos peregrinos que venían de vuelta y en su manos la imagen del santo ya bendito el que estará presente en sus hogares durante todo un año.
En el entorno a la iglesia, tras el alba, y el oficio religioso en que participaron autoridades de la región junto al clero encabezados por monseñor Ulises Covili, Obispo de Iquique, las cofradías y bandas de bronce prosiguieron bailando, mientras hacían antesala a la tradicional procesión a la espera de las imágenes de Jesús, María y San Lorenzo.
Ariqueños presente
"Llegamos a darle gracias al santo, y a la vez, con la pena de haber perdido familiares durante el año, así es que venimos a pedir por ellos, y por nuestras familias ", manifestó Jorge Inostroza, Caporal de la Sociedad Religiosa Hermandad de San Lorenzo.
"Para nosotros como músicos, y creo representar el sentir de muchos aquí, es muy gratificante, el verle, acompañar a nuestros bailes y luego participar en la procesión de despedida", agregó Nicolás Tobar, músico y director de la agrupación "Súper Mambo Kings".
La tradicional procesión de despedida, apoyada por las cofradías y sus respectivas bandas de bronce, se extendió por horas hasta entrada la tarde del día 10, en la que peregrinos en diversos medios de movilización emprendieron rumbo a sus hogares diseminados en todo el norte del país.
43 sociedades religiosas de plomo, llegaron a la celebración en el santuario en la Quebrada de Tarapacá.