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Tradiciones y parabienes marcaron la llegada del Año Nuevo Aymara 5531

Celebraciones en Parinacota y Codpa comenzaron el martes en la noche con la vigilia y preparativos.
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María José Collado Rojas

La postal es única. De fondo los majestuosos Payachatas son testigos de cómo decenas de lugareños en Parinacota reciben los primeros rayos del sol en una madrugada helada, con temperatura bajo cero. Una fogata decora el natural paisaje y así se da la bienvenida al año 5531.

¡Jallalla Machaq Mara! se inicia un nuevo ciclo en buena hora para la región. Pero todo partió ayer con una vigilia y los preparativos para la ceremonia. Luego, a las 5:30 horas, el camino hacia el pukará ancestral. En el lugar se realizó el sacrificio de dos llamos, a los que se les extrajo su corazón como ofrenda, tal como lo dicta la tradición.

"Se sacrifican para exponer el corazón al Tata Inti. Es una ceremonia autóctona y tradicional que realizaban nuestros ancestros. Los llamos son blancos y representan pureza, son doncellas, símbolo del mundo camélido. Es un sacrificio que lo hace especialmente un ganadero, porque no quiere que su animal sufra, por eso es una muerte rápida", comentó Leonel Terán, consejero del Área de Desarrollo Indígena Alto Andino, del sector Altiplano.

Luego, el corazón se lee, descifrando su significado entre quienes lo reciben. Quien vende a los llamos sacrificados son bendecidos, ya que al año siguiente su piño crece.

"El mundo aymara siempre es creyente a la Madre Tierra, sus costumbres y tradiciones y por eso la respetamos. Y la Madre Tierra también tiene vida, por sus venas circulan las aguas. Ahora nosotros deseamos buen tiempo para la ganadería, que haya harto forraje y esto lo pedimos para todos, porque es una actividad comunitaria. Pedimos que llueva y que las heladas no afecten el forraje de pastizales; que aparezcan más hembras que machos para que el piño crezca más", comentó Terán.

Para el mundo aymara la llegada del nuevo año es una actividad significativa en la que se reciben las energías del Sol a través de las palmas de las manos y, como dijo el consejero, "es algo que hay que vivirlo".

Codpa

En Codpa se vivió algo similar. La anoche anterior hubo una vigilia comunitaria en la plaza del pueblo, la que incluyó un conversatorio sobre qué significa para la comunidad el Machaq Mara.El diálogo incluyó café y sopaipillas.

"A las 6 de la mañana esperamos los primeros rayos del sol en una acttividad espiritual en la que la comunidad se relaciona con el nuevo año y el nuevo ciclo productivo que viene. También celebramos el Día Nacional de los Pueblos Originarios en el cerro Cruz del Siglo, rodeados de naturaleza", mencionó Francisco Rivera, presidente de la Comunidad Indígena del Poblado de Codpa.

Agregó que todos los años la comunidad participa de esta actividad que es la más importante para los pueblos indígenas, porque representa el nuevo ciclo, y se relaciona con ,la productividad, la naturaleza y las energías.

"Esperamos una buena siembra, una buena cosecha, el buen vivir en comunidad, en reciprocidad, dejando los problemas de lado", apuntó.