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En respuesta a la columna de opinión publicada hoy (domingo 29 de enero) en su diario del economista y Director de Corfo Fernando Cabrales, donde indica que felicita al Gobierno Regional por la ejecución presupuestaria lograda durante el año 2022, puedo indicar lo siguiente:

El año 2022 el resultado final de la ejecución presupuestaria del Fondo Nacional de Desarrollo Regional FNDR en la región alcanzó un 98,3%, la quinta peor región a nivel país, quedando en 48.360 millones.

En el mes de diciembre el GORE ejecutó el 49,9% del presupuesto, la tercera ejecución más alta del país en un mes, 25.500 millones aproximadamente, todo un milagro ya que en el mes de noviembre la ejecución presupuestaria sólo alcanzaba un mísero 48,8%.

Si desglosamos la ejecución del FNDR en Arica y Parinacota se ejecutó en obras para el desarrollo de la región solo 15.541 millones, es decir solo el 32%; para transferencia de capital, es decir traspaso de recursos a instituciones publico-privadas sin fines de lucro se ejecutó 20.813 millones lo que corresponde a un 43% del presupuesto; en compra de activos no financieros se ejecutaron 10.486 millones, lo que corresponde de a un 21,7 % del total del presupuesto.

Esta ejecución presupuestaria es una trampa, primero porque se ejecuta mayoritariamente en transferencia de capital a instituciones público-privadas y compra de activos no financieros (vehículos, Máquinas, Software, equipos informáticos) y no en obras como debería ser, y segundo porque pone en un grave riesgo los recursos de los Ariqueños y Parinacotenses, debido a que se entrega recursos a universidades y fundaciones para gastos más allá del año fiscal en ejercicios, es decir, un proyecto con un plazo de ejecución 2022-2024, el Gobernador regional le entrega el 90% del presupuesto dejando pendiente un saldo menor para el último año de ejecución del proyecto, con eso claramente cumple con la ejecución presupuestaria pero pone en riesgo los recursos regionales en un supuesto que la fundación o universidad quede en insolvencia donde claramente los recursos adelantados no serán devueltos jamás a las arcas regionales. Acá el pago debería ser contra avance como se realiza con las instituciones públicas, y no entregar un cheque en blanco solo por cumplir con la ejecución presupuestaria por una deficiencia en la gestión del gobernador.

Ya no existe una cartera de proyectos con grandes obras -todas necesarias en medio de una crisis económica y social donde la obra pública contribuye al empleo y contribuyen a la economía regional-, todo lo que se construirá durante el año 2023 y 2024 corresponde a obras planificadas por los gobiernos anteriores, donde queda en evidencia la falta de liderazgo y de planificación del gobernador regional, que es incapaz de proponer una cartera de proyectos que mejoren la calidad de vida de los Ariqueños y Parinacotenses. Ahora me pregunto ¿Dónde están las obras del Gobernador? la respuesta está a la vista, ninguna.

Acá quienes deberían fiscalizar el cómo se ejecutan los recursos regionales son los consejeros regionales CORES, pero lamentablemente no han realizado su trabajo. Aunque solo un año atrás con una mejor ejecución presupuestaria los mismos CORES solicitaban renuncias, hoy con una región con menos obras en ejecución, sin proyectos en el futuro inmediato, solo guardan un silencio cómplice. No hay nada que celebrar, por el contrario, hay mucho en que trabajar.

Francisco Vallejo Martínez

ExSeremi de Vivienda y Urbanismo

Arica y Parinacota