Editorial
Percepciones inquietantes
Hace sólo unos días se lanzó en nuestra ciudad la campaña destinada a la fiscalización de conductores y resguardo en el tránsito ante las fiestas de fin de año. Los controles apuntan principalmente a evitar que los choferes manejen bajo la influencia del alcohol o derechamente ebrios, como lamentablemente pasa, y con no poca frecuencia, durante las fiestas de fin de año.
Estas fechas, las que están marcadas por las celebraciones de navidad y Año Nuevo, las que lamentablemente a nivel regional y nacional dan cuenta de la mayor ocurrencia de delitos relacionados con el alcohol y la conducción e incluso ahora, con el consumo de drogas y la conducción.
Es en ese contexto que la Asociación Pro Consumo Responsable de Bebidas Espirituosas (APROCOR) y CADEM realizaron la Segunda Radiografía de Educación en Consumo de Alcohol, de cara a las celebraciones de fin de año. El estudio se realizó este mes y consideró una muestra representativa de hombres y mujeres mayores de 18 años de diferentes zonas del país, según informaron los encargados del estudio.
Uno de los resultados más reveladores tiene que ver con el hecho de que 6 de cada 10 encuestados aseguró que es poco o nada probable que sea fiscalizado si conduce bajo los efectos del alcohol. De este grupo, en las mujeres es más fuerte esta percepción (59%) que en los hombres (52%) y casi 7 de cada 10 jóvenes (entre 18 y 34 años) derechamente no cree que le toque alguna fiscalización.
Se trata de una conclusión preocupante, porque no sólo afirma la convicción de muchos conductores y conductoras que pueden guiar sus vehículos luego de haber consumido alguna bebida alcohólica. Peor aún sienten que lo harán con total impunidad.
Pero es más grave si se considera que cada conductor que maneja después de haber bebido, se transforma en potencian causante de accidentes que incluso, pueden llegar a ser falales para el mismo chofer, acompañantes o terceras personas.
Es evidente que el país debe seguir avanzando en la educación sobre el consumo de alcohol y la conducción, pero además, las fiscalizaciones deben ser una medida permanente y cuyos resultados sean ejemplarizadores.
"Estudio muestra que 6 de cada 10 chilenos no cree que vaya a ser fiscalizado si maneja bajo los efectos del alcohol".