María José Collado Rojas

Jorge Flores se define como un emprendedor de la salud, que lleva más de ocho años investigando cómo se alimentan los chilenos. Dice que es un Quijote en lucha constante contra los poderes económicos que hay detrás de la comida, una batalla que poco entusiasma a las personas.

El hombre recuerda que hace algunos años, pesaba casi 80 kilos y actualmente está en 56 ¿por qué bajó de peso? Recuerda que en esa época, un par de amigos le contaron estar tristes porque les diagnosticaron diabetes, pero más que por el diagnóstico, la tristeza era porque debían restringirse en ciertos alimentos. "En ese momento decidí cambiar mis hábitos para no llegar a tener esta enfermedad y empecé a comer más sano".

Con el pasar del tiempo, Jorge cuenta que poco a poco se fue sintiendo mejor, más liviano, y ya no sufría de las jaquecas que por años lo acompañaron. "Mis conocidos también me empezaron a ver mejor, así que ahí me planteé informar a mi familia, a mis nietos, que era necesario que cambiáramos nuestro estilo de vida", dice.

Junto con su propia metamorfosis, notaba que los niños siempre imitaban lo que hacían sus padres. Si un papá estaba tomando una bebida, el niño también, si una familia comían grandes platos de comida, el niño también. "Esas cosas me hicieron pensar en que había que parar y escribí un cuento".

El nacimiento de súper sano

El hombre lamentó que los padres ya no sean los superhéroes de los niños. "Por eso escribí un cuento basado en la historia de un niño que vive en un pueblo gobernado por un malvado y que impide que él y sus amigos entren a un bosque. A la vez, todo el día les da comida chatarra. Los niños de ese pueblo no toman agua, solo bebida", comienza relatando cómo nació Súper Sano, su obra sobre cambio de hábitos.

El niño siente la curiosidad por entrar a ese bosque prohibido, donde hay animales veloces y ágiles que se alimentan de verduras y agua. Así, el niño se motiva y empieza a hacer un cambio en su alimentación, a volverse más sano y nota que hay un cambio en su físico y en cómo se sentía.

"El cuento tiene pasajes bien curiosos, como por ejemplo, en el colegio al que asiste el protagonista está prohibido hacer deporte, solo jugar damas y ajedrez. Ante la pronunciación de la palabra 'deporte', una serie de alarmas se activaban y el malo del cuento no tardaba en aparecer a amenazarlos", señala su autor.

Finalmente, los niños se unen en esta cruzada de salud, cambian sus hábitos y logran derrotar al malo del pueblo. El cuento se llama Súper Sano porque sin mayores superpoderes, el pequeño protagonista se convierte en un héroe de capa y antifaz, como un niño de la década de los 80. "Uno que se divierte corriendo, saltando, trepando árboles y no vive pegado al celular", dice Jorge.

El creador menciona que sacará una segunda y una tercera versión del cuento. Junto con la escritura, antes de la pandemia estaba presentando la historia en versión obra de teatro en diversos jardines infantiles de la región, pero el confinamiento obligado detuvo sus planes. "A los niños les encantaba la obra. Ellos son como una esponja que todo absorben... si ven a sus padres tomando bebida o comiendo mal, lo van a hacer. Yo me di cuenta de eso con mi nieta que hace deportes, se alimenta sano y es súper ágil en comparación con otros niños de su edad, por eso digo convencido, que sí se puede, podemos hacerlo. Arica es una ciudad ideal para hacer toda clase de deportes todo el año, pero siempre buscamos excusas. Creo que podemos hacer el cambio, aunque se crea que soy un Quijote", puntualiza.

"Los niños son como una esponja que todo absorben... si ven a sus papás tomando bebida, lo van a hacer..."