Editorial
Adelantos que permanezcan
Es lamentablemente frecuente ver en las páginas de La Estrella, denuncias sobre las malas condiciones en la que se encuentra principalmente la infraestructura pública. No se puede decir que se trata de un problema generalizado o de una característica en este caso, de nuestra región. Pero sí es evidente que hay casos y situaciones que se repiten.
Sólo por citar algunas, los problemas en pavimentos, que en ciertos casos llevan décadas sin ser solucionados, o cuando en otros casos se observa que apenas pasan meses desde que se han hecho renovaciones o incluso, hasta se han instalado nuevos pavimentos, y aparecen hoyos y baches.
Pero si los automovilistas tienen que sufrir a causa de infraestructura deteriorada, los peatones no viven precisamente un escenario muy distinto. Otras del as denuncias gráficas comunes en este diario, tienen que ver con las malas y a veces, peligrosas condiciones en las que se encuentran las vallas de protección peatonal. También hay casos de algunas que suman años en ese estado.
Y también en el caso de los peatones, el estado de muchas veredas es sencillamente deplorable, lo que redunda no sólo en cuestiones estéticas o de comodidad. También tiene que ver con seguridad, especialmente en lugares que son altamente transitados.
El parque en mal estado, las señales derribadas, el acceso a la ciudad que da perna, el borde costero que no se condice con una "ciudad turística", son diagnósticos simples y evidentes que se constatan en lo cotidiano. Pero al mismo tiempo, vale la pena no sólo pensar en los recursos o proyectos que no se canalizan para remediar aquello deficiente.
Persiste la necesidad de que el control de las obras que se ejecutan para la comunidad, aseguren estándares de calidad que eviten deterioros tan precoces en calles, veredas, bandejones, parques, jardineras, áreas verdes y un sinfín de elementos propios de la ciudad y que son claves no sólo para su orden y belleza, sino que también para la calidad de vida de sus habitantes. Las inspecciones técnicas y los controles de calidad deben hacerse cargo de lo que dure una obra más cuando hay inversión de recursos públicos.
"Se lamentan obras que apenas duran meses o aquellas en los que pasan años sin que haya mejoras. Es bueno ver los porqués".