Editorial
Un desafío urgente para la humanidad
La humanidad no lo está logrando y las consecuencias pueden ser catastróficas. La falta de avance para reducir la emisión de gases de efecto invernadero puede causar un aumento en la temperatura de la Tierra de 2,8 grados centígrados de aquí a final de siglo respecto a la era preindustrial, a menos que se refuercen las actuales políticas climáticas, advirtió la ONU.
La comunidad internacional aún está muy por debajo de los objetivos del Acuerdo de París (2015) -que busca limitar la subida de la temperatura a menos de 2 grados e, idealmente, a 1,5- y no tiene trazado un "camino creíble" para llegar a esa meta.
El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) dio ese aviso en la decimotercera edición de su "Informe sobre la Brecha de Emisiones" de 2022, que publicó antes del inicio en diez días en Egipto de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP27), principal foro político para afrontar la crisis climática.
El estudio, titulado este año "El tiempo se acaba: la crisis climática exige una rápida transformación de las sociedades", compara las reducciones reales de gases de efecto invernadero con las que hacen falta en la lucha contra el calentamiento global.
Para cumplir con las metas de París, el mundo necesita reducir los gases de efecto invernadero a "niveles sin precedentes en los próximos ocho años".
A fin de mantener el calentamiento global en 1,5 grados, las emisiones deben reducirse en 45% por sobre las previstas en las políticas actuales para 2030; para la meta de 2 grados, el recorte debe ser de 30%.
Esas reducciones tan grandes requieren, según el informe, una "transformación sistémica, rápida y a gran escala en todo el planeta" que ayude a evitar un "desastre climático".
Desde el programa reconocen que transformar la economía mundial y casi reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 es una tarea difícil, pero urgente. La transformación hacia "cero emisiones netas de gases de efecto invernadero" en el suministro de electricidad, la industria, el transporte y los edificios está en marcha, pero "necesita moverse mucho más rápido".
"Estudio compara las reducciones reales de gases de efecto invernadero con las que hacen falta".