En octubre se celebra a los adultos mayores reconociendo su aporte en la sociedad, pero además es el mes de la Ciberseguridad. Estas dos conmemoraciones se conectan entre sí ante los desafíos del uso de las tecnologías digitales en este grupo etario, que en la Región de Arica y Parinacota alcanza al 16% de la población, aproximadamente.

La segunda versión de la Radiografía Digital de Personas Mayores: Senior Tech, desarrollada por VTR y Criteria -aplicada a personas sobre 60 años que habitan las principales ciudades de las zonas norte, centro y sur de Chile, reveló que uno de cada tres adultos mayores declaró haber sido víctima de estafa o fraude en internet, principalmente por casos de clonación de tarjeta o giros desconocidos desde la cuenta bancaria.

La preocupación por la ciberseguridad es transversal y las personas mayores suelen correr mayor riesgo debido a que en general son consideradas personas más vulnerables o que no están familiarizadas con la tecnología y plataformas de internet.

El costo a nivel personal que sufren y deben afrontar las miles de víctimas de delitos informáticos en nuestro país es alto, por eso es clave seguir capacitando en esta materia a adultos y niños. Desde nuestro ámbito de acción en las telecomunicaciones, VTR está poniendo a disposición de las personas mayores contenidos especiales y cápsulas educativas para que puedan utilizar internet de manera segura.

Cyntia Soto

Gerenta de Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad de VTR

La presión que ha tenido el sistema de salud chileno durante la pandemia por COVID19 ha puesto a prueba la capacidad resolutiva que tienen los centros de salud para poder entregar una atención de calidad a los pacientes con VIH quienes necesitan sus controles médicos, exámenes y tratamiento mensualmente. Estos usuarios, además, tienen un alto riesgo de contraer SARS-CoV-2, por lo que la interrupción o retraso de sus tratamientos y controles médicos, los ha expuesto a mayor vulnerabilidad.

Estos casi tres años de pandemia han tenido un gran impacto negativo en la detección de nuevos casos de VIH, por la falta de acceso a exámenes de diagnósticos, consultas médicas y el retraso en la entrega de las terapias. Concomitantemente, la infección por SARS-CoV-2 tiene impacto en la calidad de vida de las personas, ya que afecta no solo su bienestar, sino que también al ámbito económico y social en el cual se desenvuelven, principalmente a aquellos que viven en estratos socioeconómicos más bajos.

Según datos del MINSAL los casos confirmados de COVID19 han disminuido un 6%. Si bien estos datos son alentadores, aún nos encontrados en una etapa expectante debido al nuevo plan paso a paso que, por ejemplo, elimina el uso obligatorio de las mascarillas en lugares públicos, no así, en los establecimientos de salud.

Para hacer frente al escenario actual se requiere generar estrategias para mantener la salud y calidad de vida de las personas con VIH, entregando apoyo multidisciplinario para no retrasar la entrega de la terapia, mantener controles médicos y, por último, hacer frente a las nuevas detecciones de VIH en la población.

Camilo Silva Sánchez

Docente Facultad de Enfermería UNAB

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