44% de ariqueños siente que su vida empeoró el último año
La pandemia, la delincuencia y la inflación son temas que inciden en cómo percibimos el bienestar.
Un estudio realizado por la Mutual de Seguros de Chile, la Universidad Adolfo Ibáñez y Cadem, denominado "Encuesta de Bienestar: Sueños y Temores de los Chilenos", reveló que un 44% de los ariqueños considera que su vida empeoró durante el último año.
Por otro lado, 28% siente que mejoró y el 28% restante señaló que se mantuvo. Del mismo modo, 78% de los ariqueños espera que el próximo año su calidad de vida mejore; 7% que se mantenga igual y 13% que empeore.
Para el psicólogo y director académico de la Universidad Santo Tomás Sede Arica, Francisco Zencovich, los resultados de la encuesta reflejan las preocupaciones que están presentes en nuestro país y región, particularmente en la temática de calidad de vida actual.
"Sin duda los efectos de una pandemia, el aumento de la delincuencia y la inflación, entre otros temas, ha producido que la comunidad sienta que se deterioran sus condiciones económicas, sociales, culturales, de salud y logros personales".
El profesional destacó la importancia de generar estrategias que permitan abordar estos elementos "y trabajar para mejorar nuestro bienestar subjetivo y salud mental, sentando una base armónica que permita construir una sociedad que pueda sustentar un desarrollo pleno de las capacidades y oportunidades de toda la comunidad", dijo.
Por otro lado, Alejandro Montecinos, vicedecano de Ingeniería Comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez, a cargo de la encuesta, señaló que el optimismo este año parece ser más bajo que los años anteriores, pues existe un correlato con la sensación de inestabilidad, con que la salud mental sea un tema más apremiante, con que la inflación sea un tema que constantemente está rondando y con el miedo a la delincuencia.
"La incertidumbre, la adaptación constante tiene un costo para las personas y en un país donde la salud mental no ha sido tradicionalmente relevante, todo ese desgaste ocurre en un sistema de salud que no tiene la cantidad de profesionales necesarios para poder abordar esta segunda pandemia: la de salud mental. Así como en su momento faltaron los ventiladores, hoy faltan los psicólogos y psiquiatras. La carga de trabajo que tienen los profesionales que trabajan en esa área de salud mental es brutal".